Índices de referencia fundamentales para la estabilidad de los mercados financieros europeos, como el Líbor y el Euríbor, serán más creíbles cuando entren en vigor las nuevas reglas que el Parlamento aprobó el jueves. La legislación pretende introducir transparencia en el proceso de fijación de estos índices y evitar conflictos de intereses como los que llevaron al escándalo por el amaño del Líbor.
“Estas normas deben poner fin a la manipulación. Estos índices son importantes para las personas con hipotecas, pero también se usan para fijar el precio del petróleo y del tipo de cambio del euro. Por eso su credibilidad es clave. Me enorgullece que Europa haya sido el primer continente en regular este ámbito”, señaló Cora van Nieuwenhuizen (ALDE, Holanda), la eurodiputada encargada de la tramitación parlamentaria de la iniciativa.
Categorías de índices
La nueva ley establece tres categorías de índices, que quedan sujetos a diferentes regímenes de supervisión en función del grado de influencia que tienen sobre la estabilidad de los mercados financieros.
Los denominados “críticos” afectan a instrumentos financieros y contratos por un valor medio de al menos 500.000 millones de euros y pueden por tanto afectar a la estabilidad de los mercados financieros en toda Europa. También se considera crítico un índice si tiene pocos o ningún sustituto adecuado y si, en caso de interrumpirse su publicación, generaría un efecto significativo y adverso sobre la estabilidad de los mercados.
A los llamados “significativos” están ligados instrumentos y productos financieros cuyo valor medio supera los 50.000 millones de euros. Los clasificados como “no significativos” son aquellos que no reúnen las características de la anterior categoría. Los índices podrán trasladarse de una a otra categoría en caso necesario.
Supervisión, metodología y transparencia
Bajo las nuevas normas, todos los administradores de índices de referencia tendrán que estar registrados o contar con autorización de la autoridad competente, incluso si solo ofrecen índices “no significativos”. Tendrán que publicar una declaración definiendo con precisión el objeto del índice, su metodología de cálculo y sus procedimientos, así como explicando el impacto que un cambio o interrupción puede provocar en los contratos financieros.
Los datos utilizados para la fijación de los índices estarán sujetos a estándares de calidad para asegurar que el resultado refleja con precisión lo que pretende medir. Si el índice depende de contribuciones, los datos deben proceder de fuentes fiables ligados al índice por un código de conducta.
Los administradores de índices “críticos” tendrán que contar con una estructura organizativa clara para evitar conflictos de intereses, y quedarán sujetos a sistemas de control.
Los responsables de índices “no significativos” estarán exentos de ciertos requisitos pero deberán informar inmediatamente a las autoridades si el índice rebasa el umbral de los 50.000 millones de productos vinculados.
Próximos pasos
El reglamento debe ahora ser formalmente aprobado por el Consejo de Ministros. Será entonces publicado en el Diario Oficial de la UE y entrará en vigor el día siguiente a su publicación.