El exvicepresidente de las inmobiliarias Bami y Metrovacesa fue emprendedor desde muy joven, participando en la promoción de más de 25.000 viviendas
El empresario inmobiliario Joaquín Rivero Valcarce ha fallecido este domingo a los 72 años de edad a consecuencia de «una enfermedad neuronal de rápida evolución y por la que estuvo ingresado en el Hospital de Jerez», según informaron en fuentes próximas al empresario. Joaquín Rivero, natural de Jérez de la Frontera (Cádiz), acumulaba una dilatada trayectoria y experiencia en el sector inmobiliario, en el que llegó a controlar y presidir las inmobiliarias Bami y Metrovacesa.
Deja como legado empresarial sus bodegas Tradición, Puerto Sherry y una de las colecciones de arte clásico más importantes de Andalucía, compuesta fundamentalmente por obras que datan entre los siglos XV y XIX y que puede apreciarse en gran parte en sus bodagas jerezanas.
Trayectoria empresarial
Con solo 23 años Rivero creó una empresa de fabricación de materiales de construcción, para más tarde fundar la constructora RIOBRA. Posteriormente comenzó a dedicarse a la creación de sociedades inmobiliarias como Marble Centre , Benalmar o Inmonet.
Durante 15 años, participó en la promoción de más de 25.000 viviendas dentro y fuera de España, incluyendo promociones en Estados Unidos (Colorado) y en Costa Rica.
Dos años después, en 1997, entró en BAMI comprando el paquete de acciones del BCH, convirtiéndose en accionista y en presidente ejecutivo.
Rivero protagonizó una de las batallas empresariales más encarnadas de la época junto con Ignacio López del Hierro,cuando compitió contra el grupo italiano Caltagirone para hacerse con la inmobiliaria Metrovacesa.
Tras su adquisición comenzó la creación de un gigante con la compra de la francesa Gecina gracias al apoyo de la familia Sanahuja, propietaria de Sacresa. Sin embargo, posteriormente, se inició una batalla por el control de Metrovacesa que acabó ganando la familia Sanahuja, por lo que Rivero quedó relegado en la presidencia de Gecina.
En el 2008 Metrovacesa quedó en manos de los bancos acreedores por sus deudas, que llegaron a alcanzar los 4.000 millones de euros, y actualmente se acaba de acordar su fusión con Merlín para convertirse de nuevo en la mayor inmobiliaria del país.