La primavera estos días, despierta a la naturaleza sin contemplaciones, como el toque de diana a la soldadesca en un cuartel. En cambio, nuestro mercado inmobiliario se despierta más lento, como lo haría un adolescente un domingo por la mañana.
Nuestro mercado quiere despertar, se nota en múltiples datos, pero al mismo tiempo tiene dudas que lo sobrevuelan y le empujan a quedarse entre las sábanas. Entre esas dudas, la de saber quién nos gobernará. Saber quién mandará es algo muy importante para el mercado. Esta incertidumbre casi puede ser peor que el gobierno del peor gobernante. El mercado quiere saber a qué se enfrenta, al mercado inmobiliario no le gustan las sorpresas. Ahora necesita dejar la cama, dar un salto hacia la ducha y presentarse a la sociedad con transparencia, realismo y optimismo.
direccioncontenidos@difusionjuridica.es.
#ads1{display: none !important;}
#ads2{display: none !important;}
#ads3{display: none !important;}
#ads4{display: none !important;}
/*.code-block {display: none !important;}*/
#economist-inarticle{display: none !important}
#publicidad{display:none;}
#cortardivhglobal{display: none !important;}
¿Quieres seguir leyendo?
Suscríbete a la Revista Inmueble desde