Las últimas elecciones han dado un resultado claro en favor del Partido Socialista. Este nuevo escenario ha de permitir a esta fuerza política, ahora con mayor tranquilidad, diseñar una política sobre el sector inmobiliario que sea posible ejecutar que se base no tanto en eslóganes como en acciones fundadas en el conocimiento técnico e inspiradas en el pragmatismo.
Es el momento de escuchar a los profesionales y empresarios del sector, es el momento tomar decisiones que contribuyan a que el soberano mercado viva de forma equilibrada, sin perder su libertad, libertad de la que el nuevo gobierno debe ser el primer garante.
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