Ha tenido lugar en los últimos años una subida de los alquileres en general en toda en España, pero en particular en las ciudades más grandes y turísticas del país. «Algunos Ayuntamientos, como el de Madrid, utilizan argumentos infundados para aclarar el por qué de esta gran subida de precios». Según los gobernantes las páginas web de alquileres vacacionales como Airbnb son las causantes de este cambio. Además, indirectamente, han culpado también a los dueños de estos apartamentos por poner en alquiler sus viviendas en zonas turísticas de la ciudad.
Estos argumentos podrían ser exagerados, ya que el alquiler vacacional online afecta a varias calles concurridas y no a la ciudad en su conjunto. Además, un alquiler vacacional no se puede comparar a uno residencial en cuanto a condiciones ni precios. El problema reside en el que los alquileres suben en las ciudades más industriales, pero no lo hacen al mismo tiempo los salarios de la población. Eso provoca una disminución de la calidad de vida en general.
No obstante, no ocurre lo mismo en toda España. Mientras en algunas ciudades, como Madrid y Barcelona, los alquileres se disparan; en otras Comunidades como Extremadura, los precios de los alquileres residenciales han incrementado en una proporción muy baja, pudiendo encontrar viviendas ¨usadas¨ que se alquilan a precios todavía más económicos.
Extremadura, una de las excepciones en la subida de los alquileres
Desde el año 2016, Extremadura es la Comunidad con mayor tasa de compraventa de viviendas usadas, casi el 91% de todos los movimientos inmobiliarios. En Cáceres, la compraventa de viviendas nuevas ha bajado más de un 20% en los últimos años. Sin embargo, la segunda mano se ha incrementado en un 12%, causando un aumento de los alquileres de esos mismos pisos. Esto ocurre incluso a mayor escala si nos alejamos un poco de Cáceres.
Plasencia, es una ciudad situada en el norte de Extremadura a apenas 70 kilómetros de Cáceres. Esta localidad es un ejemplo de calidad de vida, ya que vivir en Plasencia es realmente barato, tanto los alquileres como sus servicios sociales y culturales: colegios e Institutos, hospitales y hasta un Centro Universitario de la Universidad de Extremadura. Además, su economía se sostiene principalmente de los mil negocios o establecimientos comerciales que se pueden encontrar.
Vivir en una provincia grande no siempre es la mejor opción, ya que una pequeña ciudad proporciona una calidad de vida que se ajusta a las necesidades de una parte de la población que no está dispuesta a endeudarse para pagar el alquiler