La mejora de la situación económica de nuestro país ha animado a los bancos a abrir el grifo del crédito, cerrado a cal y canto durante los primeros años de la crisis. Sin embargo, la inmensa mayoría de las entidades no han relajado sus criterios de aprobación, ya que quieren controlar al máximo el riesgo de impago. Por ello, si queremos obtener préstamos personales, deberemos demostrar nuestra solvencia.
Los requisitos exigidos para acceder al crédito pueden variar dependiendo de la política de riesgos de cada entidad, pero la mayoría de los bancos establecen una serie de condiciones comunes. A continuación veremos qué requisitos debemos cumplir para poder conseguir un préstamo personal.
Capacidad de reembolso suficiente
Lo primero que querrá saber un prestamista es si disponemos de los ingresos suficientes para devolver el crédito solicitado. En general, nuestras posibilidades de aprobación serán mayores si llevamos varios meses cobrando un salario elevado y tenemos un contrato indefinido, aunque muchas entidades también nos prestarán dinero si somos pensionistas o trabajadores por cuenta propia con una remuneración suficiente para pagar las cuotas del préstamo. Para demostrar nuestra capacidad de reembolso deberemos entregar copias de nuestra nómina o pensión, de la declaración de la renta y, si somos autónomos, de los resúmenes trimestrales del IVA.
Nuestra situación familiar también será tomada en cuenta, pues puede afectar directa e indirectamente a nuestra capacidad de reembolso. Por ejemplo, si tenemos varios hijos, tendremos menos posibilidades de conseguir un crédito que si no tenemos personas a nuestro cargo, ya que nuestros gastos mensuales serán mayores.
Buen historial crediticio
También es imprescindible tener un buen historial crediticio, es decir, haber devuelto nuestros anteriores créditos sin demoras. Además, la entidad prestamista comprobará si tenemos otros préstamos en vigor y, en caso afirmativo, estudiará si podremos hacer frente al pago de varios créditos a la vez. El historial crediticio se puede consultar en la Central de Información de Riesgos del Banco de España (CIRBE), donde se registran los préstamos de más de 6.000 euros concedidos durante los últimos diez años.
Sin deudas impagadas
Ninguna entidad bancaria nos concederá un préstamo personal si tenemos deudas impagadas registradas en algún fichero de morosos como ASNEF, RAI o EXPERIAN. Si nuestros datos aparecen en alguno de estos registros y necesitamos financiación, deberemos saldar la deuda para que nos borren o tendremos que acudir a un prestamista privado que preste a personas inscritas en listas de impagados.
Otro punto a tener en cuenta es el de la vinculación. Muchos bancos no nos concederán préstamos personales si no tenemos cierta antigüedad como clientes y, además, nos obligarán a contratar diversos productos vinculados para acceder a unas buenas condiciones de financiación. Sin embargo, algunas entidades nos prestarán dinero aunque no seamos sus clientes y no nos exigirán vincularnos de ningún modo. Es el caso de Cetelem, cuyo préstamo personal no tiene productos vinculados y se puede contratar sin cambiar de banco. Este producto permite obtener hasta 50.000 euros a devolver hasta en 8 años con un interés muy barato, desde el 5,95 % TIN (6,12 % TAE).