Antes de vender mi casa, es recomendable saber cómo está le mercado inmobiliario en el momento. Puede plantearse qué es más ventajoso: si optar por la venta o bien por el alquiler.
Entre los datos que nos interesan, es el precio. Un punto no es sólo le valor que le demos a nuestro bien inmueble sino también hay que tener en cuenta que del precio final se desglosa la plusvalía municipal. Esto es el impuesto local sobre el incremento del valor de los terrenos urbanos, el cual varía según a qué Ayuntamiento tributemos. Recientemente se ha querido aprobar unas modificaciones en la Ley Reguladora de las Haciendas Locales el cual regula este impuesto y otros similares de la misma naturaleza.
Calculado los gastos, también hay que buscar una nueva vivienda (en caso de no tener segundas residencias o residencias habituales disponibles). El precio será variable según si está reformada o no, su orientación o la atura. Si acudimos a servicios de Inmobiliarias, habrá que tener en cuenta que nos cobrará una comisión, que puede llegar a rondar el 3%. También nos puede interesar si la vivienda es obra nueva o de segunda mano
En cuanto a la ubicación, es otro factor relevante. Es importante saber la distancia del centro de la ciudad, los servicios cercanos disponibles (supermercados, farmacias…) y el transporte (si hay metro, bus…). A su vez, también es importante el impacto medioambiental del bien inmueble.