Hace ahora unas semanas en una convención internacional de editores especializados en el sector inmobiliario, se analizaba la regulación del alquiler de viviendas en diferentes países de forma comparada. De esta comparación de datos y regulaciones, sorprende que en países como Reino Unido y Francia, por ejemplo, las viviendas de protección social en alquiler superen el 15%, mientras que en España, no superan el 1,5 % del total. No es que pensemos que para que funcione el mercado de la vivienda hemos de castigar las operaciones de compraventa, para fomentar así el alquiler, como muchos expertos defienden. No, sabemos que un país con muchos propietarios, como es el nuestro, es un país que en los momentos claves, es más equilibrado, prudente y reflexivo. Estas son características que generalmente acompañan al que ostenta el estatus de propietario, estatus que disfruta o padece , según se mire, más del 80% de la población española .
Pero aún teniendo en cuenta lo dicho, es absolutamente imprescindible tomar medidas para fomentar el alquiler y, entre ellas, parece necesario, reorientar preferentemente la protección oficial, en materia de vivienda, hacia el alquiler.
Lo escucha Beatriz, la Sra. Corredor, la ministra casi anónima y parece asentir.
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