La crisis sanitaria que estamos viviendo incide de manera directa en el sector turístico, especialmente en la actividad hotelera. Esta especialidad o concentración en el sector hotelero libera, en cierta medida, a otros segmentos vinculados al turismo. Este el caso del alquiler de inmuebles para uso vacacional. Muchos turistas se sienten más seguros, desde un punto de vista sanitario, en un apartamento alquilado que en una habitación de hotel. Por esta razón es muy importante para los profesionales de la intermediación inmobiliaria tratar de canalizar su oferta hacia esos antiguos clientes de hotel que ahora pueden ser suyos.
En fin, lo que decía el escritor de nuestro siglo de oro, D. Juan Ruiz de Alarcón: “No hay mal que por bien no venga“.
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