Ya hace 14 años que no se negocia el Convenio Colectivo de Empleados de Fincas Urbanas de Madrid, que incluye a porteros, conserjes, limpiadoras o jardineros de comunidades de propietarios, entre otros profesionales. El convenio vigente data del 16 de enero de 2002, y está suscrito por la Cámara Oficial de la Propiedad Urbana de Madrid, y por CCOO UGT y SITFU (sindicato de los porteros).
Ante esta situación, el Club Empleados Fincas Urbanas ha convocado una asamblea que se celebrará mañana en el Pequeño Cine Estudio de Madrid (c/Magallanes 1), y que esperar reunir a una buena parte de los más de 1.200 miembros de este colectivo. El objetivo es estudiar cómo impulsar la negociación de este convenio, algo que no se hace al haber desaparecido la patronal que lo representaba (Cámara Oficial de la Propiedad Urbana de Madrid) y el sindicato de porteros (SITFU).
Según explica Eduardo Molet, presidente del Club, es urgente buscar alguna vía que permita su negociación, ya que el convenio, en sus condiciones actuales, no protege adecuadamente los derechos de los trabajadores de este sector. A pesar de tener un convenio laboral, no hay una patronal ni ningún sindicato que les represente. Esta indefensión provoca situaciones que perjudican al colectivo. “La reforma laboral no pensó en este tipo de colectivos, empresas de un solo trabajador, empresas unipersonales, quedando estos desamparados. Hay que corregir esta situación. En Madrid hay 22.000 porteros que están aislados en 22.000 comunidades de propietarios, donde pueden ser objeto de diferentes abusos”.
Por ejemplo, respecto al sueldo, el convenio disponía de una actualización de la tabla salarial de acuerdo con el IPC. Al bajar este indicador, el salario base está por debajo del salario mínimo desde hace años. Según el convenio, la base salarial es de 604 euros mensuales, frente a los 648,60 del salario mínimo interprofesional.
Otra de las obligaciones que contempla este convenio y que los porteros querrían cambiar tiene que ver con el alquiler y la venta de pisos y locales en la finca. Según el convenio, los porteros están obligados a cuidar de los pisos y locales vacíos y a acompañar a las personas que deseen verlos, “facilitando cuantas noticias conciernen a los mismos, de acuerdo con las instrucciones previamente recibidas al efecto”. Según explica Molet, es inaceptable que se les obligue a realizar esta tarea, accediendo a zonas privadas con terceras personas, y desatendiendo otras obligaciones.
Tras esta reunión, el objetivo de Eduardo Molet y del Club Empleados Fincas Urbanas, es buscar una vía que les permita reactivar la negociación del convenio, y para ello solicitan a los sindicatos UGT y CCOO, así como a la Dirección General de Trabajo, que se impliquen en esta tarea para buscar soluciones que permitan crear una mesa de negociación del convenio colectivo del sector.