Los datos del IV Estudio de Casaktua indican que un 33% de los compradores prefieren adquirir un inmueble con el fin de alquilarlo a largo plazo
Recientemente se ha publicado los nuevos datos del Estudio realizado por Casaktua, un portal inmobiliario. Para este estudio, se han tenido en cuenta cuáles son las preferencias de los compradores y qué tipo de perfil predomina.
Según las repuestas, el 10% de los españoles está buscando una nueva vivienda para poder invertirlo en el sector inmobiliario. En cuanto a las preferencias para dicha inversión, un 33 % tiene por objetivo de arrendar el inmueble que adquiera, un 14 % buscan un arrendamiento vacacional y un 12 % para reformar y vender posteriormente. Tras la encuesta, el perfil de comprador mayoritario es entre 45 y 54 años, con un ahorro entre 100.000 y 150.000€.
Asimismo, destacan claves para obtener mayores beneficios. En primer lugar, es importante sopesar las ventajas. Cuando se adquiere un bien, hay que tener en cuenta lo que supone arrendarlo: tener unos ingreso mensuales fijos y una vivienda en propiedad que puede irse revalorizando con el tiempo.
Cuando elijamos un inmueble, tenemos que tener en cuenta para qué lo queremos, cuál va a ser el objetivo de inversión. Por ejemplo, una vivienda amueblada con uno o dos dormitorios es muy útil para arrendamientos vacacionales o a corto plazo mientras que una vivienda de dos o tres dormitorios con exteriores, garaje y ascensor es más útil par ¡a un arrendamiento a largo plazo o para una posterior venta. Y dicho inmueble hay que conservarlo adecuadamente o que cuando lo compremos, esté ya en buen estado -incluido el edificio donde se encuentre, para evitar futuras derramas- porque nos evita el coste de una posible reforma.
Además, el lugar también es clave. Es más fácil vender o arrendar en grandes ciudades o puntos donde hay mucho turismo. En España, por excelencia destacan Madrid y Barcelona pero también hay otras capitales de provincia que se están revalorizando como Alicante, Murcia, Málaga, Pamplona, Santa Cruz de Tenerife o Palma de Mallorca, entre otras. Consecuentemente, es preferible que se apueste por zonas consolidadas donde los barrios tengan precios asequibles, demanda de alquiler alta, buenas comunicaciones y servicios cercanos.
Finalmente cabe plantearse cómo se calcula la rentabilidad. Para saber qué inversión tenemos al principio, debe sumarse el precio de compra, los impuestos, los gastos de operación y el desembolso de la reforma o el mobiliario que hayamos usado para hacerlo más atractivo. Esa cifra se debe dividir y luego se multiplica por 100 euros, se consigue el porcentaje de rentabilidad.