Matilde Fernández Sanz, la que fuera Ministra de Asuntos Sociales del año 1988 al 1993 en el Gobierno del Presidente Zapatero, ha revindicado recientemente la figura del portero o portera. Dicho posicionamiento no tiene nada que ver con que ella sea hija de portera. Fernández destaca que los porteros humanizan los barrios, asisten a las personas mayores y contribuyen a que estas puedan permanecer en sus casas sin tener que trasladarse a las escasas residencias de la tercera edad.
Si se recupera y se fomenta esta profesión, puede absorber y dar trabajo a muchos emigrantes del exterior como hizo en los años cincuenta del siglo pasado con los emigrantes de territorios rurales que se trasladaban a las grandes ciudades. Además, los estudios de mercado demuestran que los inmuebles con portería profesionalizada tienen más valor. Finalmente, entre otras muchas virtudes de esta profesión, señalar que un portero es el mejor sistema de seguridad que se puede implementar en un inmueble.