Todos estaremos de acuerdo en que el mercado inmobiliario se encuentra inmerso en una profunda crisis y, a pesar de los muchos análisis y pronósticos que se han hecho, es difícil vaticinar cuándo la recuperación será un hecho. Sin embargo, las grandes dificultades se convierten, en muchas ocasiones, en un reto, en un revulsivo, y nos permiten iniciar caminos en los que quizá antes ni tan siquiera hubiésemos pensado en adentrarnos.
Es por ello que frente a un escenario de estas características, la formación cobra especial importancia. No debemos quedarnos quietos y esperar y si el mal tiempo nos impide gozar del aire libre, aprovechemos que nos tenemos que mantener bajo cubierta, y protegidos, para profundizar en nuestros conocimientos. La dura competencia, que sin duda volverá con la recuperación, será más agradecida con aquellos que se hayan preocupado en profundizar en su preparación.
Un poco como en la fábula de La Fontaine, la cigarra gozando del buen tiempo sin previsión de futuro y la hormiga sacrificando el buen tiempo en previsión de un futuro adverso.
Montserrat Junyent
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