Por Tono Brusola, CEO fundador de Housers
El auge del sistema de financiación colectiva del crowdfunding ha llegado al mercado inmobiliario permitiendo que los inversores puedan comprar con una pequeña cantidad de dinero una participación en un proyecto inmobiliario para posteriormente ganar la máxima rentabilidad en la fase de arrendamiento y de posterior venta del bien.
1. Orígenes
Este término viene de ‘crowd’, multitud y ‘funding’ financiación, es decir se trata de la unión de personas para conseguir dinero y financiar una buena idea.
Realmente no es nada nuevo. Muchas veces se ha usado en plataformas o personas con el objetivo de ayudar a recaudar fondos para un proyecto, idea o negocio.
El primer caso de crowdfunding data de 1997 con la banda británica “Marillion” cuando querían financiar su gira en Estados Unidos y el grupo no contaba con el suficiente capital por lo que crearon una página donde ofrecían las entradas y así consiguieron reunir 60.000 dólares.
Según un estudio elaborado el año pasado por la Universidad de Cambridge sobre la financiación alternativa en Europa el crowdfunding aumentó un 92% hasta alcanzar los 5.431 millones de euros, de los cuales 4.400 proceden de Reino Unido. Excluyendo a este último la industria europea de financiación alternativa online creció un 72% a partir de 594 millones de euros en 2014 a 1.019 millones en 2015 de los cuales España ha crecido 50 millones respecto a 2014.
2. El crowdfunding inmobiliario
El crowdfunding inmobiliario funciona de manera similar a lo expuesto anteriormente. Nace con el objetivo de democratizar el sector que hasta ahora solo era posible para aquellos que tenían o conseguían reunir grandes cantidades de capital.
Este modelo triunfa en países como Reino Unido, Estados Unidos o Colombia entre otros. En España llegó hace poco más de un año de la mano de Housers, primera plataforma de crowdfunding inmobiliario en España que permite la inversión en bienes a todos los perfiles, pequeño y mediano inversor ya que lo hace posible desde 50€. Mediante el crowdfunding, tener un sueldo de mil euros al mes y ser inversor inmobiliario ya no está reñido.
Hasta el tercer trimestre de 2016 en España el crowdfunding ha conseguido reunir 11,8 millones de euros, esto es un aumento del 307% respecto a los 2,9 millones de 2015 que recoge el estudio de la Universidad.
3. La compra por participaciones vs otras formas de compra o inversión
Crowdfunding no debe de confundirse con multipropiedad, la propia legislación de este término considera que es impropio y prohíbe el empleo de la denominación ya que induce a error ya que con la multipropiedad se tiene un derecho de aprovechamiento de uso en un tiempo determinado y no de propiedad, es decir, no eres dueño. Lo que se consigue con la multipropiedad es ‘comprar’ por ejemplo una semana de vacaciones durante cinco años en un apartamento en tu playa favorita. Sin embargo, ese bien inmueble no es suyo, sino del que ‘vende’ ese derecho de aprovechamiento. La diferencia fundamental es que con el crowdfunding inmobiliario el inversor se convierte ante notario en propietario del bien pero el objetivo no es el uso de la vivienda en sí sino la obtención de rentabilidad.
Tampoco debe confundirse con las socimis ni los fondos de inversión, pues el inversor que adquiere valores de una socimi está obteniendo acciones de una empresa y de su cartera de bienes inmuebles. El crowdfunding ofrece la inversión directa en una propiedad específica, de manera que el usuario tiene el control de dónde quiere invertir, y es él mismo el que escoge la cantidad a depositar y la tipología de inmueble, el barrio o la ciudad. Otra diferencia es que a través de crowdfunding las oportunidades son independientes unas de otras por lo tanto no hay riesgo de contagio en el caso de que exista una mala racha de un proyecto concreto.
4. ¿Cómo funciona?
La tecnología e innovación trae consigo increíbles avances. Para un análisis más exhaustivo, el crowdfunding inmobiliario, en el caso de nuestro país y al ser los pioneros, Housers, implementa herramientas Big Data que se define como la gestión y análisis de enormes volúmenes de datos que de manera convencional no pueden ser tratados ya que superan la capacidad de las herramientas de software habitualmente utilizadas. El objetivo de este conjunto de herramientas es convertir los datos en información útil y relevante y que simplifique la información ayudando al cliente facilitando la toma de decisiones. Así es como se permite conocer en tiempo real datos tan importantes para el inversor como la calidad de la zona, número de inmuebles, superficie y número de dormitorios semejantes en ese lugar, el precio medio por metro cuadrado de la zona concreta donde se sitúa un determinado inmueble y su variación en el tiempo y en base a ello tomar una u otra decisión.
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