España es el sexto mayor mercado de inversión inmobiliaria del mundo. Al menos así se desprende del último informe global publicado por CBRE, primera compañía internacional de consultoría y servicios inmobiliarios. De este modo, España continúa su ascenso como destino de inversión en activos inmobiliarios, habiendo pasado del puesto 16º en 2013 al 11º en 2014. Con los datos de inversión hasta junio de 2015, España se posiciona ahora en sexto lugar, por delante de otros mercados como Francia, Canadá o China.
Este ascenso se debe, principalmente, a la entrada de capital internacional, que ha representado el 31% de toda la inversión inmobiliaria realizada en nuestro país en los primeros seis meses del año. Hasta esta fecha, la inversión inmobiliaria en España alcanzó los 8.500 millones de euros y los últimos datos hasta septiembre apuntan a los 10.800 millones de euros.
La inversión inmobiliaria a nivel mundial alcanzó los 407.000 millones de dólares en la primera mitad del año, el mejor semestre desde el anterior pico cíclico en 2007, cuando se sumaron 441.000 millones de dólares. EE UU, Reino Unido y Alemania continúan siendo, con diferencia, los tres mayores mercados de inversión inmobiliaria del mundo. La inversión conjunta en estos tres países suma un total de 301.000 millones de dólares solo en la primera mitad del año, una cuota del 74% del mercado global. La última vez que la inversión de estos tres países alcanzó estos niveles fue en el periodo 2006-2007, aunque entonces fue algo superior.
La inversión cross-border (transfronteriza) ha incrementado su peso en los últimos 24 meses, representando un 50% del mercado en EMEA (Europa, Oriente Medio y África). El capital español realizó operaciones en otros países por valor de 1.390 millones de dólares hasta junio de 2015, un volumen superior al alcanzado por otros países como Noruega o Japón.
Por tipología de activo, en EMEA, el mercado de oficinas ha pasado de representar el 53% del sector inmobiliario en 2007 al 38% en lo que llevamos de año. Esta caída ha
sido igual de pronunciada en el sector de los hoteles, pasando del 9% al 4%. No obstante, los activos hoteleros continúan siendo atractivos para los grandes patrimonios y para los inversores de Oriente Medio, que buscan oportunidades en mercados seguros como Londres, Paris o Berlin, así como en países como España, Holanda o Italia.
La inversión en activos inmobiliarios alternativos (como residencias de estudiantes o activos sanitarios) ha representado el 24% de la inversión en el mercado inmobiliario mundial no residencial, seguramente empujado por la compresión de las rentabilidades de otros sectores más tradicionales.
En cuanto a precios, el descenso de los yields ha generado inquietud acerca de la sostenibilidad del actual nivel de precios, especialmente para los activos más prime. En la mayoría de los principales mercados del mundo, las rentabilidades exigidas del segmento prime está muy por debajo de la media de dicho mercado y, en ciertos casos, ha alcanzado mínimos históricos.
Existe, eso sí, cierta homogeneidad en cuanto a los precios de todos los grandes mercados de inversión inmobiliaria. Al comparar el spread (el diferencial entre los yields de las oficinas prime y el bono estatal a 10 años), se comprueba que el rango de los principales mercados se sitúa entre el 1% y el 3%. En el caso de Madrid, este spread se sitúa en torno al 3%.
De cara a 2016, CBRE prevé que los inversores que apuesten por Europa incrementarán su exposición al riesgo. El crecimiento de las rentas y la compresión de las yields se percibirán sobre todo en el espacio secundario. En lo que a España respecta, CBRE prevé que 2015 cierre con un volumen de inversión inmobiliaria de unos 13.000 millones de euros.