AUTOR: Álvaro Zapata Carlón (Estudio Zapata).
EN BREVE:
Hace varios años atrás, comenzó una cierta tendencia a emplear los llamados jardines verticales para decorar zonas comunes de hoteles, viviendas particulares, restaurantes, etc. Con ello se consigue decorar sin sacrificar espacio útil, y con la presencia de vegetación se produce una mejora sensorial para los usuarios.
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introducción
Ciertas empresas han desarrollado estudios que demuestran otro tipo de características y beneficios de los jardines verticales, tales como aislamiento acústico y térmico.
Estas dos características demostrables provocan un nuevo concepto conocido como Envolventes Vegetales, dotando de una piel vegetal a los edificios tanto de nueva construcción como existentes (rehabilitación).
Como aislante térmico destacamos algo que ningún otro acabado en fachada puede conseguir: enfriamiento de las fachadas en verano. Siendo una buena manera de paliar los efectos de la “isla de calor” en las ciudades y enfriamiento del interior de las edificaciones. Pudiendo conseguir una mejora muy significativa para las ciudades y usuarios.
Como aislante acústico absorbe hasta un 50% del ruido, frente al 20% del cemento, piedra, vidrio y otros materiales inertes.
Paralelamente surgen otras prestaciones poco conocidas, tales como:
- Barrera contra-incendio de las edificaciones gracias a una “cortina de agua” generada por el sistema de riego, sustrato y soporte del jardín. Pudiendo servir de sistema de contención de incendios y así evitar su propagación al resto de edificaciones.
- Sistema de absorción de agua de lluvia torrencial, minimizando las inundaciones.
- Eliminación de la polución hasta en un 30%
Gracias a la tendencia ecológica/verde/sostenible este tipo de sistemas, está cada vez mas valorado e integrado en los proyectos de edificación. Y lo más importante, incluidos los capítulos de aislamientos y cerramientos de los mismos, destinando hasta el 5% del PEM de una obra. Abandonando el concepto de jardín vertical como un elemento simplemente decorativo.
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Mantenimiento:
El mantenimiento de las envolventes vegetales y/o jardines verticales es un punto importante a tratar, ya que de ello depende que un jardín sea o nó sostenible y/o ecológico.
Hoy en día existen numerosos sistemas de riego que, acompañados de un sistema de control remoto Big-data, podemos conseguir una minoración importante de la presencia humana para llevar a cabo el mantenimiento del mismo. Sin olvidarnos de que estamos tratando con una envolvente viva y en constante cambio y movimiento, y siendo conscientes de que un jardín vertical está compuesto por plantas que compiten entre ellas por la luz solar.
No siempre vamos a ver un jardín idílico al que estamos acostumbrados a ver en revistas e imágenes en Internet. Un Jardín Vertical, como cualquier otro jardín convencional, vive, renace, crece, se reproduce, muere parcialmente, se expande, se contrae, etc. Procurando que disponga de agua y luz natural, el jardín seguirá su camino y las especies mejor adaptadas ganarán a las peor adaptadas.
La selección de especies es un punto crucial para la durabilidad del jardín o envolvente. Como es lógico, la vegetación autóctona dispuesta en el exterior requerirá de menores recursos hídricos y garantizará una mayor durabilidad.
Partes que componen un jardín vertical/envolvente vegetal:
- Sistema de fachada ventilada, con objeto de crear una cámara de aire entre el jardín y la fachada propiamente dicha, igual que los sistemas conocidos de fachadas ventiladas.
- Soporte del jardín vertical: dicho soporte puede estar compuesto por capa estanca e impermeable y posteriormente se suele emplear un tipo de geotextil que alojará la vegetación y los sustratos a emplear. Se priorizará la utilización de materiales reciclables y/o reutilizables.
- Sistema de riego
- Sistema de recogida de agua sobrante. Siempre se procurará un exceso mínimo de agua, garantizando la optimización de los recursos hídricos.
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En conclusión:
Las envolventes vegetales son una tendencia, tendencia en continuo desarrollo y evolución. Una buena opción para re-naturalizar las ciudades que tanto necesitan mejorar su calidad ambiental y reducir el efecto de isla de calor. Además de aportar mejoras sensoriales y tratando de reconectar al ser humano con la naturaleza.