La visita a un piso que nos gusta y que cumple las características que son más importantes para nosotros, es un momento clave en el proceso de compra o alquiler de una vivienda, ya sea nueva o de segunda mano. Como posibles compradores o inquilinos es necesario que pongamos los cinco sentidos.
¿Qué debemos tener en cuenta?
habitaclia recomienda llevar una libreta y un bolígrafo, una cámara de fotos y un metro para tomar medidas. Todos los detalles que podamos observar nos permitirán hacernos una idea de su estado general tanto por dentro como por fuera.
Al final de la visita, hemos de tener claros los puntos fuertes y débiles del inmueble, ya que eso nos ayudará a tomar una mejor decisión. Los puntos fuertes o positivos son aquellos que una persona considera imprescindibles para su vida en este nuevo espacio. Por ejemplo, que el inmueble disponga de ascensor o de plaza de garaje, o baño adaptado a personas con movilidad reducida.
Los puntos débiles nos pueden ayudar al negociar el precio. Por ejemplo: si la zona no dispone de suficiente parking o si el piso necesita reparaciones.
Visitar una vivienda de segunda mano
Sea con intermediarios o sin su ayuda, cuando nos decidimos a visitar una vivienda de segunda mano, es necesario que tengamos en cuenta estos puntos:
Nos resultará útil visitar el inmueble varias veces, en diferentes jornadas y también en distintos momentos del día, si es posible. Durante la visita, te recomendamos fijarte en ruidos y olores y en la luz que entra por ventanas y balcones.
Es importante tener una idea clara de las características del inmueble: la distribución de las estancias, las dimensiones, la superficie útil, su orientación, su estado general y conocer qué calificación energética tiene.
Podemos considerar visitar la vivienda con un arquitecto o aparejador que aportará su punto de vista y realizará preguntas más técnicas.
Además de comprobar el estado general de la vivienda, es conveniente que conozcas también el estado de la finca y de las zonas comunitarias. Observar la fachada, la entrada, el vestíbulo, la escalera, el ascensor, los bajantes, los patios de luces, el garaje, los trasteros, los jardines, etc. Si alguna de estas partes en mal estado o es muy antigua, será necesario rehabilitarla.
Antes o después de la visita, también es imprescindible obtener esta información:
• La situación registral. Acudir al Registro de la Propiedad y solicitar una nota simple o certificado registral, que indica quién es el titular de la vivienda y si tiene alguna carga, como una hipoteca o embargos.
• La situación urbanística. Es importante también acudir al ayuntamiento y comprobar qué planes podrían afectar a la vivienda o el edificio a corto o medio plazo, como podría ser una zona verde, la línea de acera, la altura. Podrían estar en fase de estudio o de consulta pública.
• El catastro. Es recomendable consultarlo en el ayuntamiento y comprobar los metros de la vivienda y su situación. Asimismo, informarse acerca del IBI de la vivienda: cuánto cuesta y si está al corriente de pago.
• La situación de la comunidad de propietarios. Preguntar al propietario actual, al resto de vecinos o al administrador de la finca, si la vivienda está al corriente de pagos, qué obras de mantenimiento se han realizado en la finca y cuáles tienen pensadas llevar a cabo en los próximos meses.
• La Inspección Técnica de Edificios. Es necesario asegurarnos que la finca no padece ninguna deficiencia estructural, como, por ejemplo, aluminosis.
• La certificación energética. La vivienda debe disponer de este certificado obligatorio para efectuar la venta y debemos saber qué calificación tiene la vivienda.
• La situación de los suministros. Es importante saber que no hay ningún recibo por pagar de luz, agua o gas.
Visitar una vivienda de obra nueva
Si vamos a visitar un inmueble de obra nueva, deberemos dirigirnos a la empresa promotora o agencia inmobiliaria que gestiona la vivienda de nueva construcción.
Si se trata de una compra sobre plano, podemos informarnos acerca de la promotora o constructora y su situación legal en el Registro Mercantil.
Es necesario que pidamos el máximo de información posible sobre aspectos básicos de la vivienda, como la situación, los metros útiles, la ubicación dentro del edificio, los accesos, la calidades de los materiales o el número de dependencias.
En la oferta de venta deberán facilitarnos, como mínimo, información suficiente sobre la identificación de la vivienda, la superficie útil y la de los anexos, la referencia de la inscripción registral, la calidad de la construcción, la certificación energética, la titularidad jurídica del vendedor, las cargas del inmueble, los servicios de los que dispone y las condiciones de uso, los gastos de mantenimiento, el precio total de la transmisión, las condiciones económicas y de financiación, los tributos que gravan la propiedad, las licencias administrativas, la fecha de comienzo y de finalización de la obra, los datos de la garantía y el proyecto ejecutivo de la edificación.
Debemos tener presente que en una compra sobre plano no veremos físicamente la vivienda en el momento de dar la paga y señal y que el promotor nos dará la información mediante planos, simulaciones o dispositivos de realidad virtual.