Que no se engañe nadie, en nuestro sector no sirve de nada respaldar acciones que quebranten la seguridad jurídica de los actores de nuestro mercado.
Perjudican al crédito hipotecario, ciertas acciones contrarias a la normativa vigente que han sido impulsadas desde diferentes colectivos, tal vez desde la buena fe, pero que sin duda, al final, perjudican a los sectores de población más débiles y necesitados.
Conviene buscar soluciones desde la seguridad jurídica, si no cumplimos este requisito previo estaremos debilitando aún más a los peor situados en nuestra escala social. Se acerca el verano, y con él siempre llegan oportunidades de actividad inmobiliaria, en especial en el sector arrendaticio. Que nos dejen trabajar, que propongan cambios posibles o imposibles, desde la ingenuidad del 15 M o desde el realismo profesional, pero que no nos rompan la seguridad jurídica, que, tristemente como la salud, solo se valora cuando se pierde.
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