En los últimos años ha crecido exponencialmente el número de viviendas alquiladas por habitaciones, frente al alquiler del total de la propiedad, ya que es una modalidad que reporta más y mejores beneficios al arrendador. De hecho, según un análisis de Spotahome, alquilar una propiedad por habitaciones reporta un 17% más de ingresos que alquilarla al completo.
En estos momentos, el precio medio de alquilar una habitación se sitúa entre los 250 y los 500€, cifras similares a las de hace 2 años, que estaban entre los 200 y 550€. Sin embargo, destaca que los pisos que se alquilan por habitaciones son ahora más pequeños. En concreto, mientras hace dos años los pisos alquilados por habitaciones eran grandes, de 4 y 5 habitaciones, en estos momentos, hay un mayor número de pisos de 3 habitaciones, con un tamaño de unos 115m2.
En lo que respecta al tipo de público que prefiere alquilar por habitaciones, siguen siendo los más jóvenes, de en torno a 25 años, los que se decantan por esta modalidad, sobre todo, estudiantes, jóvenes y expatriados. De hecho, con respecto a los expatriados, destaca la gran cantidad de nacionalidades que alquilan pisos compartidos; desde franceses, italianos o alemanes, hasta norteamericanos y sudamericanos.
Con este perfil, no es de extrañar que el tiempo medio de alquiler se sitúe próximo al medio año, ya que un alto porcentaje de inquilinos de pisos compartidos son estudiantes Erasmus o de máster. De igual manera los barrios con mayor número de alquileres de este tipo son los más céntricos; Salamanca, Malasaña y Chamberí, en Madrid; Paseo de Gracia y La Barceloneta, en Barcelona; Ciutat Vella, el Eixample y Campanar, en Valencia. Por último, hay que destacar que los meses con mayor número de solicitudes de alquiler son los de verano, que concentran el 37% de los alquileres de habitaciones, con el objetivo de adelantarse y no quedarse sin sitio para el mes de septiembre, a la vuelta del verano.
“El alquiler por habitaciones está al alza entre los propietarios gracias a ventajas clave como: recuperar la vivienda con mayor facilidad en caso de necesidad, una menor tasa de morosidad en este tipo de inquilinos que, generalmente, se ponen de acuerdo entre ellos para pagar el alquiler o dependen de sus progenitores, y la involucración de los propios inquilinos a la hora de encontrar sustituto cuando una habitación queda libre”, afirma Alejandro Artacho, CEO y cofundador de Spotahome.