. Teniendo en cuenta que España es el país con la factura de la luz más cara de Europa –este año habremos pagado 76 euros más que en 2016- y que más de un millón y medio de hogares tienen serias dificultades para satisfacer las demandas energéticas básicas, es de vital importancia preguntarse por lo principal: cómo están aislados térmicamente nuestros hogares.
El parque de viviendas español envejece a un ritmo constante del 2% anual. De hecho, la mitad de las viviendas tienen más de 40 años. Por ello, no se ajustan a los nuevos estándares de edificación y propician derroches de energía que podrían evitarse si se acometieran las rehabilitaciones pertinentes, que por otra parte permiten revalorizar los inmuebles y los edificios hasta un 20%.
Y es que hasta un 99% de las viviendas españolas sufre pérdidas de calor innecesarias en invierno a causa de la ineficiencia energética, según Danosa, la empresa de soluciones de construcción sostenible. Además, la principal vía de escape de los inmuebles son los tejados y fachadas, ya que por ellos puede perderse hasta un 70% de la energía.