- Los estudiantes y los jóvenes profesionales aprovechan los meses estivales para buscar un piso de alquiler acorde a sus necesidades de cara a septiembre
- El alquiler por habitaciones se posiciona como una alternativa para los propietarios, que les permite incrementar sus ingresos un 30%
Con la llegada de los meses de verano, uno de los sectores que se activa de manera exponencial es el inmobiliario. Los estudiantes, jóvenes profesionales y expatriados utilizan estos meses para buscar un piso de alquiler antes de mudarse en septiembre u octubre. De hecho, tal y como indican desde Spotahome –plataforma 100% online de reservas de vivienda de alquiler no vacacional– el 80% de la demanda de alquileres durante los meses de verano está compuesta por habitaciones en pisos compartidos, debido en gran parte a este tipo de inquilinos.
Tal y como indica Alejandro Artacho, CEO y cofundador de Spotahome: “Si bien es cierto que la mayoría de los inquilinos que solicitan pisos por habitaciones son estudiantes universitarios o de máster, también hay un público muy amplio y cada vez mayor de jóvenes profesionales y expatriados, e incluso personas mayores que están optando por esta posibilidad frente a las residencias.”
Sin duda, el alquiler por habitaciones es un sistema que ha aumentado exponencialmente en los últimos años aprovechando el movimiento de personas jóvenes por motivos de estudios o trabajo. En concreto, el número de propietarios profesionales que ya apuestan por este negocio ha aumentado un 25% durante el último año, especialmente en grandes ciudades y en aquellas típicamente universitarias. A estos datos hay que añadir que el alquiler de viviendas por habitaciones, frente al alquiler de pisos o apartamentos completos, proporciona a los propietarios un 30% más de ingresos.
Junto con este incremento en la rentabilidad, las ventajas de alquilar por habitaciones son varias. Para empezar, los propietarios tienen la posibilidad de recuperar la vivienda con mayor facilidad en caso de necesidad, lo cual favorece la adaptación de los precios a la realidad del mercado. A esto hay que añadir la menor tasa de morosidad en este tipo de inquilinos que, generalmente, se ponen de acuerdo entre ellos para pagar el alquiler. Y por último, la involucración de los propios inquilinos a la hora de encontrar sustituto cuando una habitación queda libre, para sufragar los gastos de la vivienda.
En lo que respecta al perfil de los pisos compartidos, éstos suelen ser pisos muy grandes –entre 4 y 10 habitaciones-, suelen estar bien ubicados –generalmente en la almendra central de las ciudades- y son exteriores y recién reformados. En cuanto al precio, la media se sitúa entre los 200 y 550€ mensuales frente a los 500 a 2500€ que cuesta el alquiler de piso completo.
Por último, por zonas, aquellas en las que más pisos por habitaciones se alquilan son los barrios de Salamanca, Malasaña y Chamberí en Madrid; Paseo de Gracia y La Barceloneta en Barcelona, Ciutat Vella, el Eixample y Campanar en Valencia o la zona del casco antiguo, Santa Justa y Remedios en Sevilla.