Covid-19: ¿por qué el sector inmobiliario puede ser un nuevo valor refugio?

• Expertos de Urbanitae analizan por qué este mercado podría considerarse un valor defensivo al igual que el oro, las empresas energéticas o las alimentarias

Madrid, 28 de abril de 2020.– “En el contexto actual el sector inmobiliario se configura como un nuevo valor refugio, porque ofrece una inversión segura a medio y largo plazo frente a la volatibilidad de los mercados financieros”, asegura Diego Bestard, CEO de Urbanitae.

Según este experto, si bien la anterior crisis económica fue provocada por una burbuja crediticia e inmobiliaria, “ahora no estamos en el mismo contexto pues nos enfrentamos a una situación cuyo desencadenante es una pandemia. Y en este escenario, la estabilidad y la moderación que trae la inversión inmobiliaria a las carteras de ahorro e inversión ganan mucho atractivo”.

¿Por qué el inmobiliario podría en estos momentos equipararse a otros valores refugio tradicionales como el oro, las empresas eléctricas o las alimentarias? El equipo de analistas de Urbanitae identifica siete motivos:

• La inversión inmobiliaria adquiere valor como activo descorrelacionado de las fluctuaciones a corto y medio plazo del mercado financiero, tanto en renta variable como en renta fija, que se encuentra en mínimos históricos.
• Se prevé una mayor inversión en valores tangibles como el inmobiliario, teniendo en cuenta la gran inestabilidad de los mercados y unos tipos de interés en mínimos históricos.
• El desarrollo de las plataformas de financiación participativa (PFPs) o crowdfunding inmobiliario facilitan que los pequeños ahorradores puedan invertir en inmobiliario y permiten diversificar el capital, reduciendo así los riesgos.
• El mercado de inversión terciaria institucional o corporativo mantiene su actividad y se vislumbra el auge de los activos vinculados al ámbito sanitario.

• El sector inmobiliario afronta con mayor solvencia esta crisis, con unas cuentas más saneadas tras un periodo de ajuste.

• Muchas organizaciones y profesionales coinciden en que esta será una etapa coyuntural y que la actividad inversora en el sector inmobiliario regresará a los volúmenes habituales en el tercer trimestre de este año.

• Dada la incertidumbre que acecha al sector turístico, el inmobiliario puede erigirse en uno de los principales impulsores económicos de nuestro país.