En los últimos años muchos políticos españoles de diferentes ideologías, se refieren a la actividad turística, como si fuera una especie de enfermedad perturbadora de la paz social. Olvidan que el turismo es la primera fuente de riqueza de España. Además es una actividad que reparte ingresos de forma transversal, influyendo positivamente en diferentes sectores y capas de nuestra sociedad. Esta indudable importancia de la actividad turística no quiere decir que la misma, tenga carta blanca para perjudicar a otros sectores, pero sí que las autoridades deben regularla siendo conscientes de su importancia y, que de ella viven millones de familias. Por ello, no hay que tener miedo a que se incremente la oferta de productos turísticos. En nuestro sector, por ejemplo, los pisos turísticos, pueden dar cabida a una demanda, que no encontraba oferta adecuada a sus necesidades. Lo conveniente es que se legisle limitando lo mínimo posible la libertad de los ciudadanos y propiciando un mercado libre, equilibrado y seguro. No olvidemos que el sector inmobiliario está estrechamente ligado al sector turístico, como la playa al mar.
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