La financiación sigue siendo la gran dificultad de los españoles a la hora de adquirir una vivienda. Según un estudio con 110 agencias repartidas por todo el país y 60 más a nivel internacional, tan solo un 17% de los compradores de vivienda llegan al notario sin necesidad de pasar por su entidad bancaria.
La inmensa mayoría de compradores han echado sus cuentas, han elaborado un presupuesto orientativo sobre cuanto podrían llegar a solicitar al banco, han recogido información sobre las ofertas hipotecarias del momento, pero “Menos del 50% de los compradores que necesitan financiación se han sentado con el director de su oficina bancaria para solicitar información sobre cual es el importe máximo del préstamo que podrían obtener”, afirma Jesús Duque, vicepresidente de Alfa Inmobiliaria.
Una clave más para el futuro comprador
En términos generales, una persona o una pareja que ingresen 3.000 euros al mes, podrían acceder a una hipoteca de 200.000 euros, a pagar en 35 o 40 años. Estas mismas personas, con unos ingresos totales de 2.000 euros al mes solo lograría a una hipoteca de 100.000, mientras que si ganaran 4.000 euros al mes, el préstamo podría ser de 300.000 euros.
Con esta simple información, “el comportamiento más prudente sería no adelantar ninguna señal al futuro vendedor antes de visitar a la entidad financiera y lograr un compromiso de concesión de crédito” afirma Duque.
La situación ha cambiado mucho desde que empezó la crisis, cuando el comprador daba por hecho que la concesión del crédito estaba casi asegurada. Sin embargo, “nuestra recomendación actualmente es conocer exactamente cual es nuestro límite económico, y con qué entidades podemos contar, antes de iniciar la búsqueda de la vivienda”, concluye.