Banco Santander quiere vender sus activos inmobiliarios más problemáticos y para ello ha iniciado el proceso para colocar 2.600 hipotecas morosas valoradas en casi 800 millones de euros a grandes fondos internacionales. De las hipotecas, 1.700 corresponden a particulares.
La operación se conoce como «Proyecto Mamut» y está estructurado en dos carteras: cerca de 1.700 hipotecas de particulares, valoradas en 322 millones de euros y otra de 900 préstamos hipotecarios procedentes de pymes y grandes empresas, con un valor de 474 millones.
Los inmuebles que garantizan estas hipotecas tienen una tasación inicial de casi 1.500 millones de euros. La entidad también abre la posibilidad de incluir en la venta una cartera de 550 pisos adjudicados, valorados en 150 millones de euros.