Los grupos cementeros Holcim y Lafarge han anunciado un acuerdo para su fusión para crear la compañía más grande del mundo en su sector, con una cifra de negocio que alcanzaría los 32.00 millones de euros y un beneficio operativo antes de impuestos de 6.500 millones. El gigante resultante se llamaría Lafarge Holcim y estaría presente en 90 países.
La fusión debe recibir aún la luz verde de las autoridades regulatorias competentes y para facilitar esa autorización, Holcim y Lafarge se han anticipado y han confirmado que se van a deshacer de algunos de sus activos. El valor de esas desinversiones oscilará entre un 10% y un 15% de su beneficio antes de impuestos.
Con esta operación, las empresas suiza y la francesa -que cuentan con filiales en prácticamente todos los continentes- buscan fortalecerse mutuamente para hacer frente a un mercado de la construcción que no consigue volver al dinamismo de años atrás.