La llegada del verano, que anuncia la veterana primavera que ahora nos acompaña, debe hacernos recordar que el período estival se puede convertir en uno de los más rentables para los profesionales y empresarios vinculados al sector inmobiliario. España es una de las tres primeras potencias turísticas del mundo y por ello en verano crece la demanda de alquiler y compra de segunda residencia. Diversos estudios de comportamiento de los ciudadanos españoles de clase media demuestran que el verano es una de las épocas del año en las que deciden en mayor porcentaje contratar obras o reparaciones y mejoras en sus inmuebles. Estos datos, y otros muchos que podríamos exponer, deben hacernos reflexionar sobre la oportunidad de cerrar o clausurar nuestra actividad profesional durante el verano. Con un poco de insolencia educada, que es como definía Aristóteles al ingenio, seguro que somos capaces de compatibilizar el descanso con la productividad.
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