La ubicación céntrica en grandes ciudades ha ido perdiendo protagonismo en favor de localidades más pequeñas dentro de las áreas metropolitanas
Un piso en buen estado o reformado, con recibidor amplio, un salón comedor con cocina americana y un buen tamaño de las habitaciones son los requisitos más solicitados por los compradores
El comprador de vivienda en España tiene un prototipo de inmueble con unas características determinadas. La luminosidad, la superficie, el precio, la ubicación, la distribución y el estado del inmueble son factores fundamentales que inciden directamente en la decisión final de compra.
“En estos momentos existe una oferta de vivienda muy variada en el mercado, por lo que el primer paso es saber qué características buscamos en un piso y con qué presupuesto contamos. Después será necesario tener un cierto margen de tiempo para analizar las diferentes opciones que puedan plantearse”, indica Emiliano Bermúdez, Subdirector General de donpiso.
En este sentido, estas son las características más importantes de una vivienda en función de las preferencias que tienen los compradores de vivienda en España:
1. Luminosidad
Cada vez son más los compradores que destacan esta característica como el requisito indispensable para adquirir su nueva vivienda. La altura del inmueble, el ancho de la calle, la orientación y la distribución del piso también serán elementos clave para que el disponga de luz natural en todas o gran parte de sus estancias.
2. Superficie
Los metros cuadrados de superficie de la vivienda son probablemente la característica que establece de una manera más clara qué perfil de comprador puede interesarse por el inmueble tanto por su influencia en el precio como por el número de habitaciones que podrá albergar. Así, la superficie media más buscada por los españoles es de 80 metros cuadrados y al menos dos habitaciones. En el caso de requerir 3 habitaciones, el tamaño medio asciende a los 90 metros cuadrados.
3. Precio
Aunque no alude a una característica concreta de la vivienda, el precio es el elemento que acaba decantando la balanza hacia un sentido u otro. El acuerdo entre comprador y vendedor dependerá en gran medida de que exista una correcta tasación del inmueble en relación a lo precios y situación del mercado inmobiliario. En este sentido, tras una crisis económica en la que la inversión en vivienda de los españoles descendió notablemente, en estos momentos los compradores tienen un presupuesto medio de 200.000 euros para la compra de su piso, cifra que asciende hasta los 300.000 en las grandes ciudades dependiendo también del acceso a la financiación.
4. Ubicación
La ubicación es uno de los elementos que ha ido perdiendo protagonismo con el tiempo para muchos compradores, al menos en cuanto a la localidad de refiere. Si años atrás el vivir en la urbe era una cuestión prioritaria, hoy son muchas las familias que no dudan en rastrear el mercado en busca de una vivienda en zonas periféricas o localidades más pequeñas pertenecientes a las grandes áreas metropolitanas. El barrio en concreto sí que sigue siendo un factor de decisión muy importante, con especial atención a aquellos que dispongan de buena seguridad, vida comercial, oferta de ocio y zonas verdes.
5. Distribución y estado
La distribución es un elemento cada día más importante, pues el correcto aprovechamiento del espacio permite optimizar la superficie del inmueble ganando en confort. En este sentido, un recibidor amplio, un salón comedor con cocina americana y un buen tamaño de las habitaciones son los requisitos más solicitados por los compradores.
En cuanto al estado de la vivienda, aquellos pisos que han sido reformados experimentan una revalorización evidente. Esta situación responde al hecho de que más del 60% de primeras viviendas en España se construyeron hace más de 30 años, lo que significa que gran parte de los inmuebles de segunda mano pueden ser susceptibles de ser reformados, una práctica que ha experimentado un aumento notable tras la crisis económica.