La cantidad de dinero presente en una compraventa de vivienda hace que el modelo de comisión sobre éxito sea muy atractivo por los honorarios que puede generar, pero no garantiza mayor efectividad, mejor precio ni tampoco transparencia. Cambiar el modelo de honorarios a éxito por una tarifa fija por servicio, aunque parezca contradictorio, es la única manera a día de hoy para que tanto agencia inmobiliaria como cliente salgan ganando en la compraventa de una propiedad.
Alejandro Briceño, experto en mercado inmobiliario digital y Cofundador y CEO en Cliventa, explica que eliminar los honorarios a éxito y, por consiguiente, las comisiones en las operaciones inmobiliarias, es la solución para saber que la agencia invertirá al máximo en conseguir la venta de una propiedad. Pues ir a éxito significa que varias inmobiliarias comercialicen el mismo piso al mismo tiempo en los mismos portales, sin saber si llegarán a cobrar sus honorarios, lo que les obliga a invertir más tiempo y recursos solo en aquellas viviendas en las que tengan exclusividad, e invertir menos en aquellas sin exclusividad ya que corren el riesgo de perder dinero. Esto ocasiona una pelea ineficiente en los portales inmobiliarios en los que se generan pérdidas para las inmobiliarias, que deben recuperar cargando unas comisiones elevadas en aquellas viviendas en las que sí consiguen la venta, tanto al vendedor como muchas veces al comprador.
“Ir a éxito perjudica tanto a la inmobiliaria como al usuario final”, afirma Briceño, quien añade que “una agencia tradicional puede tener un éxito de entre el 20% y 30% de producto saliente. Es decir, si comercializa 100 viviendas venderá alrededor de 30 y de esas 30 deberá recuperar la inversión que tuvo que hacer en las 70 restantes.
Por todo ello, solo un modelo de tarifa fija por servicio y sin comisiones garantizará la eficiencia en el sector, no solo en efectividad de venta, sino también en ahorro de gastos innecesarios, sobrecostes al cliente y transparencia.
La tarifa plana por servicio, el nuevo modelo de negocio del futuro inmobiliario
El sector inmobiliario lleva meses revolucionado. La buena marcha del sector hizo saltar las alarmas hace algunas semanas, y son ya decenas de expertos los que se preguntan: ¿estamos ante los síntomas de otra burbuja?
La tecnología ha sido culpable en cierta medida de este revuelo, y es que desde hace meses se escucha el término “Proptech”, proveniente de Reino Unido, que hace referencia a todas aquellas compañías del sector que tienen su foco en lo digital. Aunque son muchas las verticales, desde crowdfunding inmobiliario hasta Big Data, si hay una vertical que hace tambalear el modelo tradicional de agencia inmobiliaria es la inmobiliaria digital o agente inmobiliario online. Plataformas que prescinden de las oficinas a pie de calle y ofrecen todos los servicios necesarios para vender una vivienda por una tarifa fija, sin comisión.
Este nuevo modelo de negocio se fundamente en tres pilares:
Ahorro: pagar una tarifa fija por servicio, en vez de pagar unos honorarios de agencia a éxito, permite obtener unos ahorros de más de 15.000€ de media. Desde Cliventa han llegado a ahorrar más de 45.000€ en la venta de propiedades de valor superior a los 850.000€.
Efectividad: una plataforma tecnológica innovadora y conectada a los principales portales inmobiliarios permite publicar el anuncio de venta de un piso en más de 50 portales en solo unos clics, y no solo eso, sino monitorizarlo para asegurarse que está siempre en las mejores posiciones. Además, la disponibilidad de horarios de la plataforma, abierta 24/7, permite al vendedor aceptar ofertas en cualquier momento y desde cualquier dispositivo. En este sentido, el aumento de la visibilidad y la flexibilidad en el proceso genera mayor interés por el inmueble, lo que ha permitido a Cliventa vender pisos en Madrid y Barcelona en cuestión de horas.
Transparencia: el hecho de poder acogerse a un modelo de tarifa fija por servicio hace que tanto vendedor como comprador conozca desde el principio los gastos reales derivados de la operativa, siendo conscientes del precio real que tendrán que pagar por aquella operación.