El 70% de los casi 26 millones de inmuebles que hay en España está protegido.
En España no es obligatorio que una vivienda tenga seguro de hogar, a menos que pese sobre ella una hipoteca. Sin embargo y según datos de Arrenta, alrededor del 70% de los casi 26 millones de inmuebles que hay en nuestro país cuenta con un seguro. Muchos propietarios toman la decisión de contratar un seguro para protegerse ante posibles daños propios o a terceros.
“No asegurar la vivienda o contar con un seguro insuficiente hace que, en caso de siniestro, debamos desembolsar una gran suma para pagar el coste de la reparación por accidentes tan simples como una fuga de agua o un atasco en las tuberías, ya sea en nuestra propia vivienda o en la de un tercero”, explica Iván Pérez, director gerente de Lupeando.com, la primera herramienta online que defiende los intereses de los asegurados.
La oferta en el mundo de los seguros es amplia y ahí es cuando comienzan las dudas sobre qué póliza se ajusta más a las necesidades reales de nuestro hogar. Ajustar la prima es mucho más sencillo de lo que parece, sólo hay que seguir estos siete consejos facilitados por Lupeando.com:
- Evita la concurrencia de seguros. A menudo, los seguros de hogar pueden generar duplicidades. Más si nos encontramos en el caso de que nuestra comunidad de vecinos esté obligada a tener una póliza que cubra los daños y desperfectos ocasionados en las zonas comunes. En este caso, esta cobertura se solaparía con nuestra póliza. Para evitarlo, simplemente hay que eliminar todo lo que ya esté protegido por la comunidad de tu edificio. De esta manera, evitaremos pagar más. No obstante, si tomamos esta decisión aconsejamos analizar, muy a fondo, ambas pólizas.
- Paga lo justo. Comprueba que tienes aseguradas todas las pertenencias importantes para que estén cubiertas y la compañía aseguradora te indemnice si se produce algún incidente.
- Aprovecha los puntos fuertes de tu hogar. Si nuestro inmueble goza de medidas de seguridad como una puerta blindada, sistemas de alarma, cámaras de seguridad o una caja fuerte, debemos comunicarlo a la aseguradora para poder abaratar el precio del seguro. Al haber menor riesgo, las compañías suelen ofrecer un precio más bajo del que podemos beneficiarnos.
- Revisa tu seguro cada dos o tres años. Repasar periódicamente las coberturas de la póliza para actualizar capitales y garantías contratados, protegerá tu vivienda del infraseguro. Si aseguramos una cantidad inferior a la real, podemos encontrarnos con que una vez producido el siniestro la aseguradora no cubra todo lo que necesitamos.
- La unión hace la fuerza también en el mundo del seguro. Unificar el seguro del hogar junto con otros seguros (de vida, coche o moto…), hará que las compañías aseguradoras puedan ofrecer descuentos suculentos a clientes especiales.
- Un único pago anual. Pagar las cuotas del seguro del hogar en un único vencimiento, en vez de mes a mes, evitará que la aseguradora genere más gastos de envío y de gestión, lo que a su vez se trasladará al precio de tu póliza. Además, algunas aseguradoras aplican un coste si financiamos la póliza.
- Elimina de tu póliza coberturas innecesarias. En el mercado hay seguros que incluyen muchas coberturas que posiblemente no vayamos a necesitar. Por ello, es bueno revisar qué incluye nuestra póliza y quizá eliminar algunas coberturas que sabemos que no vamos a utilizar, ya que no cubre nuestras necesidades.
Así de sencillo es ajustar el coste de tu seguro del hogar. Con un poco de atención te habrás ahorrado un buen dinero.