Así es. El precio que pagamos en España por un préstamo es considerablemente más elevado que en el resto de la zona euro, en la que se integran un total de 19 estados.
Según los últimos datos facilitados por el Banco de España (BdE), la TAE media de los préstamos personales concedidos tanto por entidades bancarias como por establecimientos financieros de crédito en enero de 2017 fue del 8,68 %. En cambio, en el resto de los países de la eurozona se fijó en un 6,21 % de media, por lo que la diferencia es de más de dos puntos porcentuales.
Para entender esto de una manera más clara y saber a cuánto ascendería la diferencia en euros, pondremos un caso práctico: imaginemos que solicitamos un préstamo de 10.000 euros a devolver en un plazo de 4 años. En el caso de que lo pidamos en España, pagaríamos un total de 14.994 euros, a diferencia de si lo hacemos, por ejemplo, en Alemania, dónde tendríamos que abonar 11.319. No obstante, como indican desde el comparador de créditos HelpMyCash, debemos tener en cuenta que estas cifras solo reflejan la media de cada país, por lo que, evidentemente, podemos encontrarnos con créditos al consumo con un precio inferior y superior en ambos casos.
¿Por qué son más caros en España?
Ante este escenario, la primera pregunta que todos nos hacemos es: ¿por qué son más caros en España? Según declaraciones de Javier Flores, analista de la Asociación Española de Inversores Profesionales, recogidas por 20 Minutos: “Es una cuestión de riesgo, el consumidor paga una parte de la prima del país”. Es decir, el riesgo de impago se extrapola a todos los niveles. Así, cuando una entidad financiera emite deuda, la paga más cara que si lo hiciera una de otro país, de manera que cuando el cliente recibe el dinero del préstamo, lo pagará más caro.
Por otro lado, Manuel Pardos, presidente de la asociación de Consumidores y Usuarios de Bancos mantiene una postura totalmente opuesta a la de Flores, ya que afirma que “es un abuso más de la banca, que se quiere recuperar a base de esquilmar a los clientes”. Además, continúa diciendo que “puede haber una ligera diferencia por el coste de vida, la capacidad adquisitiva o los salarios, pero eso iría en favor de que los tipos en España fueran más bajos”.
Aunque sean más caros en España, la demanda de préstamos sigue en ascenso
En cualquier caso, la realidad es que en España el crédito al consumo tiene un precio superior, pero eso no influye en que se realicen menos concesiones y solicitudes. Al revés, las entidades bancarias y establecimientos financieros de crédito elevaron la concesión de préstamos en 2016 hasta un total de 25.356 millones de euros.
Asimismo, aunque el coste medio de los créditos al consumo en España sea muy elevado, también podemos encontrarnos con préstamos con una TAE similar a la de la media del resto de los países de la zona euro, incluso inferior, con créditos cuyos intereses se encuentran entre el 5 y el 6 % TIN, señalan desde el comparador HelpMyCash.