Este código es una buena herramienta para prestigiar la arquitectura técnica como profesión responsable y que procura la excelencia en interés del sector de la edificación y la construcción y de la Sociedad en general
Los aparejadores catalanes han aprobado el nuevo Código deontológico y de buenas prácticas de los profesionales de la arquitectura técnica de Cataluña, con el cual se pretende potenciar las buenas prácticas en el ejercicio de la profesión. Para el presidente del Col·legi d’Aparelladors de Barcelona (CAATEEB), Jordi Gosalves, se trata de una oportunidad de “poner en valor el trabajo de los profesionales del sector, los cuales desarrollan su actividad con rigor, objetividad, calidad técnica e independencia de criterio, además de dar una mayor seguridad a los clientes de nuestros colegiados”.
Gosalves insiste en que este código no responde a una necesidad de hacer frente a una mala praxis profesional, “al contrario, la mayor parte de la profesión ya actúa de una manera correcta y aquellos de los que se han recibido alguna queja son una minoría”, el presidente de los aparejadores de Barcelona destaca “que un colegio profesional no está para defender a los malos profesionales, que desprestigian el trabajo de la gran mayoría de los colegiados. Por eso los colegios no podemos rehuir las funciones que nos corresponden en cuanto a la ordenación de la profesión y del ejercicio de la potestad deontológica cuando sea necesario”.
La tramitación de este nuevo código se inició en el año 2015, como una de las acciones definidas en el plan estratégico del colectivo de los aparejadores adoptado en 2012. El documento responde a las previsiones establecidas en la Llei de Col·legis Professionals de Catalunya, que define la potestad deontológica de estas corporaciones como una de sus funciones esenciales y públicas ejercidas por delegación de la Administración”.
El documento ha sido consensuado por el conjunto de los colegios catalanes. En palabras del presidente de los aparejadores barceloneses, “el resultado es un código moderno, claro sencillo y basado en casos reales”.
Actualmente los colegios tramitan pocos expedientes sancionadores debido a que no produce un número elevado de conflictos deontológicos y, cuando se producen, lo más habitual es lograr un acuerdo entre el cliente y el profesional con la mediación colegial. En este sentido, a nivel informativo. Los datos de los últimos tres años del Colegio de Aparejadores de Barcelona indican que ha tramitado un total de 148 expedientes de mediación entre propietarios/clientes y colegiados, y un total de nueve expedientes sancionadores, en este periodo.