Por Alejandro Artacho, socio cofundador y CEO de Spotahome
El auge del comercio 100% online, donde se busca, analiza y compra el producto en la misma página web sin salir de casa está llegando también al sector inmobiliario, donde ya existen plataformas que permiten la búsqueda y visita virtual de los bienes inmuebles, y llegan a la formalización de contratos sin que el futuro inquilino de la vivienda haya llegado a visitarla de forma real.
1. Introducción
Hoy por hoy vivimos en una sociedad híper conectada, lo que sin duda está afectando también al aún tradicional sector inmobiliario. De hecho, ocho de cada diez europeos buscan casa para vivir a través de Internet –el 76% la encuentra- según un estudio que realizó Re/Max y la consultora Great Place to Work. Y es que en la actualidad, Internet permite la venta o alquiler de una vivienda rompiendo con costumbres arcaicas donde ya no es necesario ir de inmobiliaria en inmobiliaria, ver anuncios clasificados en el periódico o andar por la calle -cuaderno en mano- para apuntar los teléfonos de los anuncios de portales y balcones.
No sorprende entonces que, en los últimos años, los portales inmobiliarios online se hayan multiplicado.
2. Auge del mercado online
La gente dispuesta a alquilar o comprar una vivienda puede comparar cientos de ofertas y precios en la red. La sofisticación de los portales hace que ya ni siquiera sea suficiente con incluir fotografías de alta calidad, vídeos explicativos, planos de las viviendas o el uso eficiente de las redes sociales. El usuario lo da por hecho y busca algo más. Por ello, los portales inmobiliarios deben diferenciarse buscando nuevas herramientas y fórmulas que realmente aporten un valor añadido a los usuarios.
De hecho, como ya ha ocurrido en otros sectores como el de la moda, la tecnología, los viajes e incluso la alimentación, el consumidor ya se encuentra preparado para dar el salto de vivir el proceso inmobiliario 100% online. Además, la tecnología disponible así lo permite. Los medios actuales nos ofrecen una simulación tan realista de la visita física a una casa que puede evitar la necesidad de ir personalmente, ahorrando así tiempo y dinero. De la misma manera que se consume online todo tipo de productos y servicios, con la confianza total del usuario. Sólo hace falta romper la barrera psicológica para reconocer que era el paso natural.
¿Quieres seguir leyendo?
Suscríbete a la Revista Inmueble desde