Una de las cosas que hay que tener claras antes de acudir a un banco para pedir un préstamo es que su objetivo es vendernos sus productos, por lo que es posible que se obvien o no se dé el énfasis suficiente a los aspectos negativos de sus créditos. Por eso, al solicitar uno o más préstamos personales es importante preguntar por todos los costes y leer el documento que contenga la Información normalizada europea (INE) sobre el crédito al consumo que nos interese.
El formulario INE (o SECCI, por sus siglas en inglés) de los créditos al consumo es un documento que las entidades financieras deben entregar al solicitante obligatoriamente y en el que deben aparecer los detalles clave del producto, como su tasa anual equivalente o TAE, los costes de gestión y vinculación o el plazo de reembolso máximo, entre otros. Según apuntan desde el comparador HelpMyCash.com, antes de solicitar el crédito es imprescindible leer el documento normalizado europeo, poniendo especial atención en tres secciones concretas: la del tipo de interés aplicado, la de los costes relacionados y la relativa a los derechos del consumidor.
1. Tipo de interés aplicado y TAE
El interés aplicado sobre un préstamo no siempre coincide con el anunciado en las comunicaciones comerciales, ya que siempre depende del análisis de riesgo del solicitante. Por ello, es importante mirar cuál es el tipo de interés indicado en el documento INE del crédito y si se pueden aplicar tipos deudores distintos al mostrado en los anuncios publicitarios.
Asimismo, para poder comparar el precio del producto que nos interese con el de otros préstamos personales, debemos fijarnos en su tasa anual equivalente (TAE), calculada para uno o más ejemplos representativos que incluyen todos los supuestos utilizados para determinar el valor de la tasa. Recordemos que en la TAE se reflejan los intereses del crédito, las comisiones y otros costes adicionales.
2. Costes relacionados
En la sección dedicada a los costes relacionados deben aparecer los distintos gastos de gestión que incluye el crédito: su comisión de apertura, de estudio y de amortización anticipada y los honorarios del notario si el contrato debe firmarse ante un funcionario público. También es obligatorio indicar el coste de mantenimiento de la cuenta asociada al crédito si es necesario abrirla para recibir el capital solicitado y pagar las cuotas.
Este punto es especialmente importante, ya que los gastos adicionales (comisiones, productos vinculados, pagos a terceros, etc.) pueden encarecer significativamente el precio de un préstamo. Sin embargo, también hay muchos créditos que no incluyen ninguno de estos costes, como el Préstamo Personal de Cetelem, cuyo interés es desde el 6,95 % TIN (7,18 % TAE) y no tiene comisiones ni gastos de vinculación.
3. Derechos del prestamista y del prestatario
En el apartado dedicado a los derechos del consumidor, la entidad debe indicar si el prestatario puede desistir del contrato, es decir, si lo puede cancelar de manera unilateral en un plazo máximo de 14 días naturales a contar desde la firma. Además, en esta sección se especifica si el prestamista se reserva el derecho a cobrar una compensación si el prestatario reembolsa anticipadamente el crédito, ya sea de manera total o parcial. En caso afirmativo, este recargo no puede superar el 1 % del capital amortizado (o el 0,5 % si queda menos de un año para el vencimiento).