En un mundo que cambia a velocidades vertiginosas, los hábitos de consumo y compra de la población se revolucionan de manera paralela. Los portales inmobiliarios misoficinas.es, mislocales.es y misnaves.es, analizan las claves de estos cambios.
Las grandes empresas, siendo conscientes de ello, han experimentado durante los últimos años un cambio marcado por la introducción de elementos novedosos que confirman que, para sobrevivir en este nuevo entorno, sólo existe una regla de oro: Renovarse o morir.
Así, las grandes superficies estudian las distintas posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías y las tendencias de consumo. Los extremos toman la iniciativa y la tendencia nos lleva al auge de las PopUpstores por un lado y las Flagships por otro.
Pop Up Retail
Es el caso del pop-up retail: Sistema basado en las pop-up stores, que permite la aparición de negocios a pie de calle de corta duración. Estados Unidos es pionero en este ámbito, y, desde el comienzo de la crisis, ha exportado modelos de negocio que más tarde han sido adoptados por el resto de países occidentales para sobrevivir a la difícil situación económica en la que nos hemos visto inmersos desde hace casi diez años. La vida de estas tiendas se resume a un día de actividad, un fin de semana, o, como máximo, una semana. Este modelo de negocio beneficia principalmente a los pequeños comercios: Dado su bajo coste y compromiso, así como su versatilidad, permite a las pequeñas marcas situarse en zonas donde antes sólo podían permitirse estar las grandes multinacionales. De esta forma, aumentan su visibilidad entre el público. El hecho de que sea algo efímero también despierta la curiosidad de los transeúntes, propiciando un excelente escenario para darse a conocer y aumentar los ingresos. Asimismo, las marcas pueden aprovechar el pop-up retail para probar cómo funcionan los diferentes productos y el propio modelo de negocio, indicando si se debe realizar una mayor inversión en el mismo, o, por el contrario, no funciona como debería. A pesar de que en España aún no vemos muchas pop-up stores, se estima que en el año 2025 un tercio de la superficie comercial de países como Estados Unidos o Inglaterra estará destinado a este tipo de negocio.
Flagships
Otra novedad importante que se va introduciendo cada vez más en la escena comercial son las flagships, también conocidas como “tiendas bandera”: Estos establecimientos suelen pertenecer a famosas marcas que buscan revivir el consumo mediante un cambio en la experiencia de compra. Las flagships suelen encontrarse en los puntos más céntricos de las grandes metrópolis. Ofrecen al cliente potencial una experiencia de compra novedosa y diferente, que dista mucho del resto de locales que se encuentran repartidos por centros comerciales y zonas más alejadas: Decoración muy cuidada, artículos exclusivos, precios más bajos… En algunos casos, también ofrecen zona de restauración, de spa, o actividades lúdicas. De esta forma, el público acude a la tienda para vivir una experiencia, para luego desembocar en una compra. Esta estrategia comercial viene también de Estados Unidos, pero ya ha invadido las principales ciudades españolas: En el centro de Barcelona encontramos las flagships de marcas como Apple y Asics. En el caso de Madrid, Apple también ha abierto su tienda bandera, añadiendo a las gigantes textiles Primark y Zara. Además de Zara, otras marcas españolas como Salvador Bachiller también han comenzado a adoptar esta tendencia, ofreciendo restauración y otros servicios. En las principales capitales europeas también observamos ejemplos de flagships como son Burberry en Londres o Nike en Budapest.
La tecnología
Las revoluciones tecnológicas nos llevan a preguntarnos cómo las nuevas tecnologías podrían transformar y agilizar nuestra experiencia de compra. Los expertos apuntan cuatro grandes utilidades de la tecnología en las superficies comerciales, y muchas firmas electrónicas ya han presentado sus propuestas. El primer elemento a transformar sería el carrito de la compra, dado que se pierde mucho tiempo en escanear los productos en la caja registradora y devolverlos al carro. Marcas como Toshiba proponen un modelo de escaneo automático mediante el teléfono móvil, de forma que el producto pase a formar parte de la factura final, que será pagada al finalizar la experiencia de compra mediante un terminal contactless que realizará el cargo automático en la cuenta del comprador.
Otro elemento tradicional que podría desaparecer serían los probadores, ya que el hecho de tener que llevar varias prendas al probador para comprobar cuál nos queda mejor, dificulta el trabajo de los dependientes, que pierden parte de su jornada laboral en volver a doblar y colocar aquellas prendas que no hemos comprado. Intel, a través de la tecnología MemoMi, propone el uso de espejos inteligentes, que te permitirá probarte de manera virtual las prendas que desees para luego descartar las que no deseas comprar. La rotura de stock, tan molesta a la hora de comprar en grandes superficies, también podría desaparecer mediante propuestas como la desarrollada por Panasonic, por la cual se envía una alerta automática cuando se acaban las existencias de un producto en la estantería del supermercado para su rápida reposición. Por último, la novedad más polémica, y, a su vez, revolucionada, es el beacon: Sistema que funcionaría por Bluetooth y que permite la comunicación entre el centro comercial y el comprador. A través de esta nueva tecnología, los distintos establecimientos podrán enviar ofertas personalizadas a los transeúntes, conocer sus hábitos de compra y facilitar información de interés, facilitando en gran medida el consumo.
Estas son las principales novedades dentro de esta nueva era del marketing, un área cada vez más cambiante en la que la renovación está a la orden del día. La experiencia de compra y la percepción del consumidor se revolucionarán para dar paso a una nueva etapa comercial en la que lo principal será agilizar el proceso de compra para fomentar el consumo.