Se habla de la Bolsa, la banca, las constructoras o las empresas públicas pero, al igual que todas estas entidades, el sector inmobiliario es el otro damnificado de la inestabilidad política.
Bastó con conocer el resultado de estas últimas elecciones y el mercado de la compra-venta se paralizó, afirma Jesús Duque, vicepresidente de la cadena Alfa Inmobiliaria, con más de 170 agencias repartidas por España e Iberoamérica. “De un notable optimismo, hemos pasado a la quietud más absoluta, tanto de grandes como pequeños inversores”, afirma.
Los compradores, a la espera de un nuevo gobierno:
Este Stand-by no afecta únicamente a los grandes inversores, fondos o pequeños inversores. Incluso los propios interesados en adquirir su primera vivienda o aquellos que buscan sustituir una propiedad por otra de distintas características, están hoy a la espera de ver cómo evoluciona nuestra economía ante la falta de un gobierno fuerte que empuje la recuperación.
El mercado está asumiendo el cambio político que ha elegido el país y analizando las dificultades de gobernación que esto supone. Sin embargo, “Esperamos que, la normalización volverá en el mismo momento en que se conozca el signo del nuevo gobierno, afirma Duque. Esperamos que a partir de febrero volverá la reactivación y que 2016 va a ser un año de notable crecimiento en volumen de operaciones de compraventa y por lo tanto en precios”.
Eso, sin obviar que “para los grandes inversores, es esencial contar con políticas garantistas y que ofrezcan estabilidad a largo plazo”, concluye.