En épocas de desaceleración, crisis o como lo queramos llamar, más por prevención que por puro convencimiento, el sector inmobiliario está tomando medidas para poder salir adelante.
Las estrategias de marketing son una vía fundamental para paliar la ralentización aparente de la demanda, ampliar los clientes, y conservar los que ya tenemos.
En estos primeros meses del año hemos visto cómo desde diferentes empresas inmobiliarias se han comenzado a utilizar estas herramienta, que hasta hace poco no eran muy utilizadas por nuestro sector, dado que, en gran medida no eran necesarias.
Las empresas no se limitan a ofrecer sus servicios, ahora ofrecen promociones especiales (descuentos, regalos, etcétera), empleo de ofertas de servicios (como financiación, amueblamiento, decoración, mudanzas, viajes, ventajas del club del cliente), y la puesta en marcha de estrategias de posicionamiento de la marca como valor diferenciador. En los próximos meses veremos cómo reaccionan los clientes
En una economía globalizada parece que lo más fácil y oportuno es, en la medida de lo posible, salir al exterior para comprar y vender. Pero esto no siempre es cierto, o, mejor dicho, no siempre es posible.
Las empresas inmobiliarias y de la construcción a la hora de invertir en el extranjero no tienen apenas problemas. De hecho, desde estas mismas páginas encontramos ejemplos en donde los empresarios españoles invierten en el extranjero.
Pero otra cosa bien distinta es la compra de empresas de otros países por parte de empresas españolas. Es aquí cuando nos encontramos con los verdaderos problemas. Por mucho que se hable de economía global y de liberalismo, lo cierto es que los países en general y Europa en particular ponen excesivos problemas a la hora de comprar empresas de otras nacionalidades: ABERTIS, o SACYR son claros ejemplos en dónde la libertad de empresa no funciona puesto que son los gobiernos quienes intentan poner trabas ( sin ir más lejos , el nuestro en la OPA de ENDESA)
En un mercado que busca nuevos objetivos es crucial la posibilidad de expansión y la comunidad europea debe poner los mecanismos necesarios para ello.
Otro aspecto a tener en cuenta tras el verano es la venta por parte del BBVA y del Banco Santander de sus propios edificios. Las empresas buscan reducir superficie, la eficiencia en el uso de los espacios y valoran tanto la posibilidad de obtener rentabilidades a través de sus propios edificios.
Sin embargo visto desde fuera, también puede ser síntoma de crisis, esperemos que todo evolucione bien. !Ah! Y no podemos olvidarnos de la Bolsa. Aunque eso tendrá que esperar.
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