Vía Célere, promotora especializada en el desarrollo, inversión y gestión de activos inmobiliarios, ha hecho entrega de su nueva promoción Residencial Célere Rivas, situada en el Sector de la Fortuna en la c/Victoria Kent 2. La promoción, que empezó a construirse en junio de 2016, dispone de 22 viviendas divididas en cinco alturas a las que se le suma la planta baja, todas ellas de 3 dormitorios con amplias terrazas de hasta 65 m².
El perfil medio de los compradores se encuentra en edades comprendidas entre 35 y 45 años, en su mayoría parejas con uno o más hijos. De ellos, el 50% adquiere el Residencial Célere Rivas como su primera vivienda mientras que el 50% restante corresponde a clientes que han vendido su residencia principal y han adquirido una vivienda de reposición en busca de mejorar las calidades, la superficie y la ubicación.
Las terrazas del Residencial Célere Rivas son las grandes señas de identidad de esta promoción, ya que cuentan con hasta 65 m² en las viviendas de 121 m². Además, los propietarios ya pueden disfrutar de una urbanización cerrada compuesta por amplias zonas comunes para pasar tiempo libre y hacer deporte sin salir de casa. 1.500 m² de zonas verdes, una sala social-gourmet que pueden usar para reuniones, celebraciones o comidas equipada y decorada con todo lo necesario como si se tratase de su propia casa. Una piscina para adultos con zona ajardinada, aseos, parking exterior para bicicletas y un parque infantil dotado con pavimento de caucho, preparado para que los niños puedan disfrutar jugando en un entorno protegido. Además, dentro del edificio se incluyen plazas de garaje y trastero.
Asimismo, los propietarios que han entrado a vivir en el Residencial Célere Rivas dispondrán de calificación energética A en sus viviendas, en respuesta al compromiso de Vía Célere por construir viviendas que, además de adaptarse a las necesidades de los propietarios, tengan un impacto positivo en el medio ambiente. Esta calificación supone un ahorro de energía estimado de un 89%, disminuyendo así las emisiones de CO2 y una reducción significativa de la demanda energética del edificio: calefacción, refrigeración y agua caliente sanitara. Con ella, se calcula un ahorro económico equivalente a 800 € anuales si tomamos como referencia una vivienda de calificación energética F.