Revista Inmueble | Noticias, información y actualidad sobre sector inmobiliario y derecho
Por Ferran Font. Director de Estudios de pisos.com
España es un país que destaca por sus cálidos veranos, una época que obliga a mantener encendido el aire acondicionado en la mayoría de los hogares. Aunque también un uso abusivo puede resultar perjudicial para la salud y para el entorno y, además, puede suponer un incremento importante en la factura de la luz. Desde el portal inmobiliario pisos.com, ofrecemos algunas alternativas para mantener las viviendas frescas sin necesidad de recurrir al climatizador.
Para empezar, conviene abrir las ventanas a primera hora de la mañana, es una forma muy sencilla para enfriar la casa y ventilar, pero durante el resto del día, mejor mantener en penumbra la casa. Por ese motivo, recomendamos el uso de persianas y cortinas para ayudar a mantener la temperatura perfecta en el interior de la vivienda. Cualquier persiana es buena, pero se pueden mejorar sus efectos si son de aluminio y, en el caso de las cortinas, mejor los tejidos ligeros. Una alternativa muy recurrida es utilizar un toldo para evitar que la luz del sol entre de lleno en nuestra casa, aunque un truco muy antiguo consiste en mojar las cortinas y abrir las ventanas cuando el calor en el exterior sea más moderado.
Si tu vivienda dispone de jardín, siempre es recomendable instalar una pérgola o plantar árboles que bloqueen la luz del sol porque, si son de hoja caduca, también puedes beneficiarte del efecto contrario durante el invierno. Otra forma de aprovechar la presencia de vegetación en casa es regar las plantas del interior de la casa por la noche, pues la humedad de la tierra ayuda a refrescar el aire.
Los colores claros ayudan a mantener el ambiente más fresco y utilizar tejidos ligeros, como lino o algodón en la ropa de cama o para cubrir sofás y sillones, puede ser una manera sencilla de conseguir una sensación de mucho menos calor. Una buena forma de obtener una sensación de frescura a la hora de dormir es utilizar sábanas frescas y, por ejemplo, trasladarlas durante el día a la habitación más fría de la casa para colocarlas de nuevo por la noche.
¿Quieres seguir leyendo?
Suscríbete a la Revista Inmueble desde
