Edificios urbanos e infraestructuras son sometidos al impacto de los graffiti y al deterioro por el uso, lo que repercute directamente en la imagen proyectada.
La utilización de un mal sistema de eliminación de pintadas, graffiti u otras agresiones, provoca que la superficie afectada y después tratada presente un tono de color distinto al original, lo que hace que el problema persista: la imagen urbana que se proyecta sigue siendo negativa.
La alternativa posible, pero a la vez muy costosa, pasaba por pintar la totalidad de la fachada para asegurar la uniformidad cromática, y era la única forma de garantizar un acabado de máxima calidad. Consecuencia: una gran cantidad de materiales, tiempo y dinero invertidos.
Problemas así precisan de soluciones competitivas que permitan a empresas y entidades públicas y privadas hacer frente a estas situaciones de una manera racional y sostenible. Para ello es fundamental invertir en tecnología, investigación e innovación.
Fruto de ello es la aparición de un sistema que permite la rehabilitación de superficies dañadas en poco tiempo y con excelentes resultados. Se trata de la estación tintométrica móvil, una estrategia pionera en el mantenimiento de superficies pintadas, sustentada en tecnología de última generación.
Este sistema innovador y único está desarrollado y orientado explícitamente a dar una solución definitiva a la problemática de la recuperación de superficies pintadas dañadas por la contaminación, la humedad, los graffiti y las pintadas, desperfectos causados por incendios, etc.
La tecnología de última generación correctiva desarrollada en el campo del color presenta grandes ventajas respecto a los sistemas actuales empleados: resultados mucho más profesionales y de alta calidad, minimización de los tiempos previos, de ejecución y de la burocracia, y es una técnica más respetuosa con el medio ambiente.
La estación tintométirica móvil consiste en una furgoneta con equipos autónomos e informatizados, que constan de un espectrofotocolorímetro portátil, un sistema tintométrico de alta precisión, un mezclador de pintura y un equipo informático.
El espectrocolorímetro portátil esta basado en una evolucionada tecnología que permite la lectura real del color sobre cualquier tipo de superficie para su posterior reproducibilidad.
El sistema tintométrico de alta precisión permite obtener al momento el color deseado gracias a los 24 depósitos de dosificación para colorantes al agua y al disolvente, con los que cuenta la máquina. El sistema permite optimizar la cantidad de pintura a preparar, entre 0,75 y 5 Kg.
El mezclador de pintura utiliza un sistema de agitación continua para garantizar una completa homogeneización de la pintura.
La estación tintométirica móvil dispone de un equipo informático que gestiona la información a través de un software que canaliza los datos y determina la formulación de la pintura.
Todo ello permite la medición exacta del color actual evitando el parcheado, y la elaboración de la pintura en pocos minutos, con un resultado de alta calidad y en la cantidad requerida, evitando malgastar y generar residuos.
Las principales ventajas que aporta este nuevo sistema de mantenimiento es que minimiza la burocracia y los tiempos previos a la actuación hasta un 98%, eliminando la inspección previa a la incidencia, la toma de muestra para determinar el color, los trámites burocráticos de aprovisionamientos de stock, y la preparación laboriosa de la reproducción de color.
También rentabiliza los tiempos de ejecución y aumenta la productividad, pues se actúa únicamente en la extensión de la superficie afectada, evitando el parcheado, y evita la aplicación de sistemas de protección en superficies pintadas y su posterior limpieza.
Además, se consiguen resultados profesionales de alta calidad, al igualar el color al de la superficie tratada, de manera que la aplicación se hace imperceptible al ojo humano.
Por último y no menos importante, es que estamos ante un sistema más respetuoso con el medio ambiente, pues esta metodología permite fabricar la cantidad requerida de pintura evitando grandes volúmenes de mezcla, y eliminando volúmenes residuales.
Esta nueva tecnología correctiva abre un amplio abanico de áreas operacionales, abordando la totalidad de soportes pintados que la componen: rehabilitación de fachadas, restauración por desperfectos causados por incendios o agua, superficies sometidas al impacto de los graffiti, tratamientos de pinturas post obras y reformas, conservación de edificios históricos… En definitiva, se trata de una estrategia compatible con la conservación no sólo del patrimonio urbano, sino también del histórico y cultural.
Edificios urbanos e infraestructuras son sometidos al impacto de los graffiti y al deterioro por el uso, lo que repercute directamente en la imagen proyectada.
La utilización de un mal sistema de eliminación de pintadas, graffiti u otras agresiones, provoca que la superficie afectada y después tratada presente un tono de color distinto al original, lo que hace que el problema persista: la imagen urbana que se proyecta sigue siendo negativa.
La alternativa posible, pero a la vez muy costosa, pasaba por pintar la totalidad de la fachada para asegurar la uniformidad cromática, y era la única forma de garantizar un acabado de máxima calidad. Consecuencia: una gran cantidad de materiales, tiempo y dinero invertidos.
Problemas así precisan de soluciones competitivas que permitan a empresas y entidades públicas y privadas hacer frente a estas situaciones de una manera racional y sostenible. Para ello es fundamental invertir en tecnología, investigación e innovación.
Fruto de ello es la aparición de un sistema que permite la rehabilitación de superficies dañadas en poco tiempo y con excelentes resultados. Se trata de la estación tintométrica móvil, una estrategia pionera en el mantenimiento de superficies pintadas, sustentada en tecnología de última generación.
Este sistema innovador y único está desarrollado y orientado explícitamente a dar una solución definitiva a la problemática de la recuperación de superficies pintadas dañadas por la contaminación, la humedad, los graffiti y las pintadas, desperfectos causados por incendios, etc.
La tecnología de última generación correctiva desarrollada en el campo del color presenta grandes ventajas respecto a los sistemas actuales empleados: resultados mucho más profesionales y de alta calidad, minimización de los tiempos previos, de ejecución y de la burocracia, y es una técnica más respetuosa con el medio ambiente.
La estación tintométirica móvil consiste en una furgoneta con equipos autónomos e informatizados, que constan de un espectrofotocolorímetro portátil, un sistema tintométrico de alta precisión, un mezclador de pintura y un equipo informático.
El espectrocolorímetro portátil esta basado en una evolucionada tecnología que permite la lectura real del color sobre cualquier tipo de superficie para su posterior reproducibilidad.
El sistema tintométrico de alta precisión permite obtener al momento el color deseado gracias a los 24 depósitos de dosificación para colorantes al agua y al disolvente, con los que cuenta la máquina. El sistema permite optimizar la cantidad de pintura a preparar, entre 0,75 y 5 Kg.
El mezclador de pintura utiliza un sistema de agitación continua para garantizar una completa homogeneización de la pintura.
La estación tintométirica móvil dispone de un equipo informático que gestiona la información a través de un software que canaliza los datos y determina la formulación de la pintura.
Todo ello permite la medición exacta del color actual evitando el parcheado, y la elaboración de la pintura en pocos minutos, con un resultado de alta calidad y en la cantidad requerida, evitando malgastar y generar residuos.
Las principales ventajas que aporta este nuevo sistema de mantenimiento es que minimiza la burocracia y los tiempos previos a la actuación hasta un 98%, eliminando la inspección previa a la incidencia, la toma de muestra para determinar el color, los trámites burocráticos de aprovisionamientos de stock, y la preparación laboriosa de la reproducción de color.
También rentabiliza los tiempos de ejecución y aumenta la productividad, pues se actúa únicamente en la extensión de la superficie afectada, evitando el parcheado, y evita la aplicación de sistemas de protección en superficies pintadas y su posterior limpieza.
Además, se consiguen resultados profesionales de alta calidad, al igualar el color al de la superficie tratada, de manera que la aplicación se hace imperceptible al ojo humano.
Por último y no menos importante, es que estamos ante un sistema más respetuoso con el medio ambiente, pues esta metodología permite fabricar la cantidad requerida de pintura evitando grandes volúmenes de mezcla, y eliminando volúmenes residuales.
Esta nueva tecnología correctiva abre un amplio abanico de áreas operacionales, abordando la totalidad de soportes pintados que la componen: rehabilitación de fachadas, restauración por desperfectos causados por incendios o agua, superficies sometidas al impacto de los graffiti, tratamientos de pinturas post obras y reformas, conservación de edificios históricos… En definitiva, se trata de una estrategia compatible con la conservación no sólo del patrimonio urbano, sino también del histórico y cultural.
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