Hace más o menos dos años nos hicimos eco de dos grandes operaciones iniciadas por Sacyr Vallehermoso y Metrovacesa. Dos operaciones que por uno u otro motivo parece que han salido gafadas ya que ambas están condenadas a fracasar, o al menos eso parece.
Sacyr Vallehermoso quiso entrar en el accionariado de la empresa francesa Eiffage, pero lo cierto es que la operación se ha paralizado debido a un procedimiento judicial.
El propblema se inició cuando el supervisor de la bolsa de París en junio del año pasado, paralizó la oferta en acciones del grupo español sobre el 100% de Eiffage al detectar concertación con, al menos, seis accionistas minoritarios españoles (Acciones Reunidas, Efapa, Arcomundo, Inmobiliaria Vano, Portman Golf y Bens Patricios), que controlaban algo más del 5% del capital de Eiffage. ( de hecho estos inversores vendieron sus participaciones, pro lo que parece ser cierta la acusación de
Por otra parte, parece que existe un grupo de inversores institucionales franceses dispuesto a entrar en el accionariado. Mientras que Grupo Rayet, que controla el 4,2%, también se ha situado en posición vendedora tras un agotador enfrentamiento, de año y medio de duración, con la cúpula de la francesa. ( La compañía está concentrada en su nuevo proyecto inmobiliario Afirma resultado de la fusión de Astroc, Landscape y Rayet inmobiliaria
Todas estas incidencias pronostican que Sacyr finalmente desista y venda su participación.
La segunda aventura fracasada en Francia es Gecina. La inmobiliaria de Joaquín Rivero, que llegó a adquirir más del 2,5% de la constructora francesa, también fue investigada por el organismo de control francés.
Esperemos que en ambos casos el resultado sea favorable a los intereses de los accionistas y si finalmente tienen que desinvertir esto no se tomo como un fracaso del sector inmobiliario español en conjunto.
No todo Vale
En un momento en el que las compraventas de vivienda, que no de otro tipo de inmueble (ya sea oficinas, naves industriales o centros comerciales) parece evolucionar a cámara lenta, parece que prácticas que creíamos desaparecidas, han vuelto a ser noticia, más de lo que desearíamos estos días: viviendas no entregadas, responsables de promotoras que desaparecen, cierres de empresas inermediariasÉ. No es que proliferen más que antes, es que ahora somos el centro de atención y cualquier actitud individual se generaliza.
Pero, a pesar de la ralentización en las ventas de viviendas, seguimos siendo codiciados. De hecho, incluso con noticias sobre el alargamiento de los períodos de ventas o la existencia de más carteles de SE VENDE que en otras ocasiones, los movimientos accionariales por el control de las grandes empresas continúan (no podemos olvidarnos de Colonial, ya que en su accionariado parece que va a entrar un fondo de Dubai).
En mitad de la crisis inmobiliaria, se plantea la convocatoria de ferias del sector que no descienden en número. El año viene cargado de convocatorias, tanto en el apartado de la venta directa de inmuebles y la construcción, como en el del mobiliario, el diseño de interiores y la arquitectura, campo en el que, además, han surgido nuevas ferias. No obstante, en los últimos meses hemos visto cómo sucesivas ferias nacionales o internacionales se han resentido en mayor o menor medida.
Lo que es evidente es que el próximo Salón Inmobiliario de Madrid será una buena piedra de toque para observar cual es el estado de ánimo real de las empresas y de lo los compradores. La fuerza del mercado es, finalmente la fuerza de la razón, es quien da o quita beneficio a sus protagonistas.
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