- Daniel Leiva, socio fundador de MK Premium: “Expulsar a estos colectivos tan conflictivos es una labor de alto riesgo”
- La empresa de inversión patrimonial contribuye a dignificar la imagen del barrio y a recuperar su legado arquitectónico
- Desde 2012 destina una gran inversión en medidas de prevención, para evitar la ocupación de sus fincas
Vecinos del Raval, uno de los barrios más emblemáticos y céntricos de Barcelona, se han puesto en pie de guerra ante la proliferación de pisos dedicados a la venta y al tráfico de drogas, conocidos popularmente como narcopisos. Pero, sobre todo, se quejan del desamparo del Consistorio municipal ante un problema que se viene arrastrando desde hace tiempo.
Precisamente, MK Premium, la empresa de inversión patrimonial, inició su andadura en el distrito de Ciutat Vella en 2012 y conoce de primera mano esta problemática, hasta el punto que en estos años ha contribuido a dignificar la imagen de la zona y a cerrar más de 70 narcopisos en distintas calles del barrio.
“Nuestra primera operación fue en un edificio de la calle En Roig y recuerdo el fuerte hedor que desprendía la finca, con gente consumiendo heroína en las escaleras e incluso un piso se utilizaba como improvisado burdel. Aunque ahora los vecinos del barrio se han organizado para luchar contra esta situación, lo cierto es que nosotros llevamos años limpiando edificios de okupas. Hemos cerrado más de 70 narcopisos, así como pisos dedicados a la prostitución, contribuyendo a dignificar la imagen de una de las zonas con más historia de la capital catalana”, relata Daniel Leiva, socio fundador de MK Premium.
Medidas de prevención
La compañía se ha convertido en estos años en una de las mayores pesadillas para narcotraficantes y okupas, ya que destina una importante inversión en medidas de prevención, para evitar que accedan a sus fincas. De este modo, cuando adquiere un inmueble, instala de inmediato puertas anti-okupa en las viviendas vacías. Estas se caracterizan por colocarse sobre el marco de la entrada original sin dañarla. Además, son de acero y disponen de una cerradura de alta seguridad, para evitar ser forzada. Pero también instala cámaras de detección de movimiento, por si accede algún intruso y poder dar alarma de inmediato a los cuerpos policiales.
“Para los vecinos del inmueble es también una seguridad disponer de estos sistemas, ya que pueden residir sin miedo por si las viviendas vacías llegan a ser ocupadas por narcotraficantes y/o usadas como prostíbulos ilegales. El perfil de este okupa es muy peligroso y mediar para que abandone la finca es una gestión por la cual nos hemos tenido que especializar, ya que hemos vivido situaciones de mucho riesgo. Pero el resultado es la conservación del patrimonio histórico y la notable mejora de la convivencia vecinal, tras expulsar a estos colectivos tan conflictivos”.
Fincas como puntos de droga y prostitución MK Premium también adquiere fincas con pisos ocupados que usan como punto de venta y consumo
de drogas, así como prostíbulos. En las áreas comunes de estos inmuebles, MK Premium ha retirado jeringuillas, limpiado rastros de sangre, retirado ropa sucia, basura, excrementos… Es en estos casos cuando la compañía destina un mayor esfuerzo en beneficio del barrio.
“Un piso con okupas es más difícil de vender, ya que se emplea más inversión y tiempo porque en muchas ocasiones se debe agotar la vía judicial, para que abandonen la vivienda. Esto demora tanto los procesos de venta como de rehabilitación del inmueble y se debe destinar más inversión en medidas de prevención. No obstante, en este tiempo, hemos aprendido a actuar, ya que la mayoría de estos pisos ocupados están destinados a venta o consumo de droga, así como a prostitución. Sin ir más lejos, en En Roig, 3 conseguimos que la mayoría de sus ocupantes abandonaran el inmueble. No lo tuvimos nada fácil, ya que estaba plagado de traficantes y prostitutas que usaban los pisos vacíos a discreción; pero también limpiamos muchas viviendas de Riera Alta 22 y 24; así como el 1º piso de la calle Hospital, 68… entre otros muchos inmuebles. Tenemos una lista muy extensa de narcopisos que hemos vaciado”.
El caso más reciente con el que se ha encontrado la compañía ha sido Lancaster, 13, inmueble por el que el Ayuntamiento, por medio de la regidora del distrito Gala Pin, puso en entredicho su profesionalidad. “Nos encontramos con personas que consumían heroína y cocaína sin
esconderse, degradando todavía más la finca. El único inquilino, Ahmed Shiplu convivía con su hijo menor y su mujer, por aquel entonces embarazada, con esta problemática, pero al Consistorio sólo le ha interesado difundir que queríamos echarles de su vivienda. Él es un inquilino que tiene un contrato arrendatario en vigor. Otra cosa muy distinta, y que no ha saltado a la opinión pública, es que reside en un inmueble muy degradado y convivía con drogadictos que no tenían ningún reparo en pincharse en el mismo portal. Actualmente, él y su familia viven mucho más tranquilos, tras nuestra intervención. Que quede claro que un edificio con inquilinos no es un problema para la venta, ya que muchos inversores prefieren disponer de pisos arrendados. Otra cosa muy distinta son los okupas que residen en una vivienda de forma ilegal, degradando la comunidad y destinándola a un uso fraudulento”, añade Daniel Leiva.
En este sentido, MK Premium se posiciona a favor de los vecinos del Raval que se concentrarán este jueves ante la sede del Distrito de Ciutat Vella, para exigir al Ayuntamiento una intervención de inmediato. Para este sábado hay también convocada una manifestación para exigir responsabilidades y pedir soluciones a esta problemática.
“Ciutat Vella es uno de los barrios con más demanda por parte del cliente extranjero, por su proximidad con los puntos turísticos de la ciudad. El problema no es tanto por la especulación inmobiliaria, como se ha querido condenar, ya que si existen tantas viviendas vacías es porque los propios barceloneses no quieren residir en este barrio. En el caso del Raval, la antigüedad y el mal estado de gran parte de estas fincas, unido al incivismo en sus calles, son la verdadera causa de su gentrificación”, concluye Daniel Leiva.