Por Joan Bermúdez i Prieto. Abogado-Licenciado en Ciencias Políticas. Bermúdez. Consulting&Management S.L
En breve: El Banco de España, reconoce que los precios de los alquileres, han subido de una forma exagerada, muy por encima de las capacidades de quienes demandan este bien. Al mismo tiempo piden a los poderes públicos que den prioridad a las políticas que conlleven un aumento de la oferta de pisos de alquiler, es decir que las Administraciones comiencen a generar nuevas viviendas para el mercado del arrendamiento.
Sumario:
- Introducción
- Informe del Banco de España
- Posición del BCE
- Situación política y expectativas de futuro
- Conclusiones
INTRODUCIÓN
La existencia de percepciones diferentes, de visiones distintas de la de la realidad que nos envuelve, comporta en ocasiones la sensación que existen mundos paralelos, o al menos de dos apariencias diferentes de la misma realidad. Ello se pone de manifiesto cuando se trata de establecer ciertas concordancias o aproximaciones entre los informes económicos y recomendaciones que emiten organismos públicos y la realidad que vive parte de la ciudadanía y esta visión diferenciada (y en ocasiones discordante) se explica o justifica por parte de quienes emiten datos e informes, mediante la expresión de estudios macros, contraponiéndolo a la economía micro que viven las familias. Como si la primera, no fuera finalmente la suma y la consecuencia de las segundas.
INFORME DEL BANCO DE ESPAÑA
El 28 de mayo el Banco de España emitió un informe en el que ponía de manifiesto, como hace periódicamente, su posición y visión sobre algunas de las medidas económicas adoptadas recientemente, como es la nueva regularización de las pensiones en base a la aplicación del IPC haciendo énfasis en su escrito, que esta vía comportará hacer insostenible el sistema de pensiones y su posicionamiento también sobre la forma en que se debería actuar en relación a otras acciones demandadas o anunciadas y que todavía no se han implantado, como es el control de los alquileres de las viviendas. También el Banco Central Europeo emite sus informes y en su sesión de política monetaria del pasado día 6 de Junio, exponía la preocupación que existe en este organismo por la evolución poco positiva (según su visión) de la inflación subyacente en la zona euro que se mantiene en unos niveles inferiores al 1%, cuando su objetivo era alcanzar el 2% en el primer semestre del año, al tiempo que ponía de manifiesto la cantidad de intereses que deben los bancos por tener depositados sus recursos en el BCE.
El Banco de España, reconoce que los precios de los alquileres, han subido de una forma exagerada, muy por encima de las capacidades de quienes demandan este bien. Al mismo tiempo piden a los poderes públicos que den prioridad a las políticas que conlleven un aumento de la oferta de pisos de alquiler, es decir que las Administraciones (estatal, autonómicas y municipales) comiencen a generar nuevas viviendas (obviamente de carácter social) para el mercado del arrendamiento. Insiste por su parte el B.E. que esta es la única forma para que los precios de los alquileres se moderen. Añadiendo a esta petición la necesidad que se genere la seguridad jurídica necesaria y suficiente para los contratos de arrendamiento, de forma que faciliten que los propietarios de viviendas disponibles, las incorporen al mercado, con garantías. Al mismo tiempo pone de manifiesto que intentar establecer medidas de regulación y control del precio de los alquileres no va a comportar más que una menor oferta de pisos, generando el efecto contrario al deseado.
POSICIÓN DEL BCE
Por su parte el B.C.E. sigue preocupado por la falta de actividad económica a pesar de la cantidad de liquidez que ha aportado al mercado en estos últimos años con el objetivo de reactivar las economías. España con una inyecciones de liquidez (a fecha mayo de 2.019) de 169.700 millones de euros y que debe comenzar a devolver próximamente, representan el 14.6% del P.I.B., siendo junto con Italia los mayores receptores de tesorería por parte del B.C.E. Esta liquidez realmente no se ha visto reflejada en la concesión de créditos por parte de las entidades financieras. Las razones, pueden ser varias según a quien se le pregunte. Los bancos dirán que no encuentran empresas con suficiente solvencia para concederles un préstamo, mientras que las empresas dirán que no pueden crecer y/o desarrollarse por falta de esta liquidez. El resumen es que existe una parálisis que afecta a todos los sectores de la economía. Mientras la deuda que mantienen los bancos europeos con el B.C.E. por el pago del interés negativo del -0,4%, correspondiente a los depósitos que mantienen inmovilizados, cálculo que se inició a mediados del año 2.014, ya asciende a un total de 19.000 millones de euros.
Una primera aproximación a la realidad nos lleva a extraer que los ingresos de las familias se mantienen en niveles muy bajos (ya sean sueldos o pensiones) y aunque la inflación subyacente no sea significativa, afecta a economías de ingresos reducidos lo que reduce las compras finalistas, objetivo de cualquier actividad empresarial. Por otra parte, una baja actividad crediticia (que le cuesta dinero a los propios bancos), comporta a su vez una baja actividad económica, con las consecuencias de una menor recaudación de impuestos, menos aportaciones para los fondos de pensiones y por supuesto menos inflación.
Esta situación que incide en la evolución de la economía, afecta de forma muy directa al sector inmobiliario, ya que los promotores (por las características y coste/valor del producto final) necesitan disponer de liquidez a través de las hipotecas para la construcción y posterior venta de sus productos, ya que la falta de crédito limita y condiciona su capacidad para poder desarrollar nuevos proyectos inmobiliarios y con ello el mercado de la demanda se tensiona por la falta de producto en la oferta, ya sea en venta o alquiler. Pretender que con normas legales se puede regular un mercado tan dinámico como este, sobre todo en el segmento del arrendamiento, es desconocer la realidad que se vive en las ciudades donde los precios sigue subiendo, como siempre por el simple efecto de la oferta (escasa) y la demanda (alta).
¿Quieres seguir leyendo?
Suscríbete a la Revista Inmueble desde