Un escayolista se hallaba trabajando en los pisos bajos de una obra en construcción, prestando sus servicios a una empresa subcontratada por la constructora. Al subir a la planta sexta para buscar útiles de su trabajo, sufrió un tropezón y para evitar la caída se apoyó en una barandilla recién instalada, que cedió, cayendo el escayolista al vacío. Como consecuencia de la caída sufrió lesiones gravísimas, quedando afectado de parálisis determinante de gran invalidez. Interpuesta acción judicial en reclamación de la indemnización por los daños y perjuicios ocasionados se declara por el Juzgado la responsabilidad de la empresa constructora y del encargado de la obra.
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