Uno de los factores que está incrementando el valor de los inmuebles en ciudades como Barcelona son las licencias para alojamientos turísticos. En esta ciudad, con más de 7 millones de turistas al año, la moratoria aplicada por el Ayuntamiento desde el 2014 ha propiciado una gran demanda de pisos turísticos, especialmente en los barrios más céntricos. La norma que prohíbe más alojamientos en el centro ha disparado el precio de los permisos ya concedidos.
“La disposición de una licencia turística da una rentabilidades entre un 120-125%”, asegura Miquel Laborde de la empresa de gestión patrimonial e inversión Laborde Marcet. La moratoria ha generado especulación y como se está viendo, repercusión en los precios de los inmuebles.
En Barcelona, el turismo representa el 14% del PIB de la ciudad y emplea a 120.000 personas al año. Actualmente hay más de 7.000 licencias turísticas en toda la ciudad.
El crecimiento de los precios de los inmuebles también está causado por otros factores como la reactivación del crédito, la reactivación del mercado interno y el gran volumen de demanda acumulada en estos años, que tiene en el inmobiliario un valioso activo para la inversión.