A pesar de que el sector ha vivido un desplome de los préstamos bancarios durante los años de crisis, todavía acapara un 28,8% de todo el dinero que presta el sistema financiero al tejido productivo español. En la primera mitad del año las empresas vinculadas a esta actividad han recibido cerca de 195.000 millones de euros, lo que le sigue situando como el sector económico más importante en términos de consumo de capital.
La construcción y las actividades inmobiliarias han sufrido en sus propias carnes el cierre del grifo crediticio. Durante los peores años de la crisis, el sector ha tenido que hacer frente a un desplome del volumen de préstamos por parte de las entidades financieras que ha llegado a alcanzar el 50% de los niveles anteriores a la tormenta económica. Y aun así, sigue siendo el sector económico de referencia.
En los primeros seis meses del año, las empresas relacionadas con la construcción y el negocio inmobiliario han recibido nada menos que 194.676 millones de euros de manos de la banca, una cifra que representa un 28,8% de los 675.779 millones de euros concedidos a todo el tejido productivo español.
Esta cifra no deja lugar a dudas: la construcción y las actividades inmobiliarias continúan siendo el sector económico más importante del país en términos de consumo de capital. Para hacernos una idea basta recordar que la industria, por ejemplo, apenas acapara un 16,2% del crédito concedido por la banca.
No obstante, y a pesar de que todavía aglutina casi tres de cada diez euros que presta la banca, el sector constructor e inmobiliario sigue perdiendo peso en el volumen conjunto del crédito concedido.
Sin ir más lejos, en los primeros seis meses el ladrillo representaba en torno al 29,7% de los préstamos (esto es, casi un punto porcentual más que en el presente ejercicio), sin olvidar que el porcentaje actual es todavía un 45% inferior al que registró en 2009.