Joan Bermúdez
En breve: La evolución del mercado inmobiliario va directamente ligado con el propio desarrollo del sector financiero. Hemos expuesto en diferentes ocasiones que cualquier actividad relativa al sector vinculado a la construcción requiere de unos niveles de financiación que generalmente los empresarios promotores en primer lugar cuando se plantean construir y desarrollar un proyecto edificativo de viviendas y los potenciales compradores cuando el producto ya está terminado, no podrían acometer sin el soporte de una financiación externa, por ello la vinculación que mantienen ambos sectores y las consecuencias que uno puede tener sobre el otro.
SUMARIO:
- Evolución y crisis del sector financiero
- Concesión de créditos
- Funcionamiento primitivo de los bancos
- Situación del sector financiero
Hemos planteado repetidamente que la evolución y crisis del sector financiero, vino como consecuencia del exceso de financiación que el mismo incorporo en sus balances derivado de la actividad Inmobiliaria, ello llevó a lo ya conocido, la caída del mercado de la vivienda y las dificultades y riesgos que asumieron los bancos ante incluso la posibilidad, como sucedió en varias entidades, de tener que cerrar o ser absorbido (salvado) por un competidor. La euforia con la que los bancos (y entonces también Cajas de Ahorros) financiaron la construcción de nuevos proyectos de viviendas sin un análisis del propio producto, pero también sin valorar la propia situación de sus balances y con unos criterios de riesgo laxos, facilitó el exceso de producción y sobretodo ello desarrolló proyectos que posiblemente nunca se debían haber construido, como ahora se ha podido comprobar.
También tratamos la posición de las entidades de crédito cuando de golpe cerraron todas las vías de financiación tanto para los proyectos comercialmente válidos como para los que no lo eran, tanto para los que ya estaban en curso, como para los que todavía estaban en estudio, con las consecuencias generalizadas que se produjeron arrastrando en la caída tanto a los profesionales que habían actuado con cautela, como a los que se habían dejado llevar por la fiebre de construcción de pisos.
Tanto la actuación generalizada de concesión de créditos para incentivar la construcción, como el posterior posicionamiento de cierre de cualquier concesión crediticia, fueron posiciones maximalistas que nunca son aconsejables si no se establecen criterios de selección, con las consecuencias ya expuestas en otras ocasiones y que han sido bien conocidas, tanto como sus secuelas.
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