El aumento de impagos en todos los ámbitos de la economía, con una especial incidencia en los gastos vinculados a la vivienda (el 7,7% de los hogares tuvo en 2010 retrasos en los pagos vinculados a la vivienda), se dispara en el caso de las comunidades de propietarios: el 20% sufre el impago de cuotas o derramas por parte de uno o varios vecinos, lo que representa un crecimiento de cuatro puntos en 2010.
SUMARIO
I. Introducción
II. Datos útiles
I. Introducción
Esta situación de falta de liquidez pone al borde de la quiebra a cada vez más edificios, que encuentran dificultades para asumir gastos o para realizar obras y reparaciones, y cada vez más a menudo convierten a su vez en morosos con sus proveedores. La situación se complica cuando los trabajos o los gastos son imprescindibles y obliga al resto de vecinos a aumentar su aportación. Es el caso de las obras obligatorias derivadas de la Inspección Técnica de Edificios (ITE), circunstancias que incrementan la carga del resto de propietarios y se suma a las dificultades para obtener subvenciones de autonomías y municipios.
II. Datos útiles
Los impagos se han convertido en el principal problema de las comunidades, de ahí que haya pasado de representar el 58% de las reclamaciones hace un año al 66 % en la actualidad, tal y como muestra el informe realizado por Arrenta. En contraposición, el impacto de los conflictos por obras no consentidas ha bajado dos puntos y aumenta el desacuerdo con obras y reformas generales (en gran medida para evitar incrementar los gastos).
El 20 % de las comunidades de propietarios tiene morosos
El estudio de evolución de conflictos en Comunidades confirma que el impago de cuotas o derramas es el problema más habitual, seguido de las obras no consentidas (12%), el desacuerdo con obras y reformas generales (8%) y la determinación de elementos comunes (6%). Los datos muestran así mismo un descenso de 2 puntos en los problemas derivados de la instalación de ascensores y aires acondicionados (obras cuya ejecución se ha ralentizado como consecuencia de los problemas económicos).
III. Soluciones: ¿vía judicial o arbitraje?
En un intento de las comunidades por obligar al moroso a satisfacer su deuda, muchos de esos casos llegan a los tribunales y forman parte de los 671.696 procesos monitorios registrados durante los tres primeros trimestres de 2010.
El impago de cuotas pone al borde la quiebra los edificios de vecinos
Según publica el Consejo General del Poder Judicial en su informe estadístico sobre el Efecto de la crisis económica en los órganos judiciales en el Tercer trimestre 2010, los procesos monitorios, reclamación de deudas inferiores a 250.000 €, en los Juzgados de primera instancia y de primera instancia e instrucción alcanzaron un máximo histórico superior a los 671.696 casos, con un crecimiento de más de 69.000 casos con respecto a los tres primeros trimestres del año 2009.
El problema se agrava con la lentitud en la resolución de los procesos (más de 572.000 quedaron sin resolver en 2009) y con el dato de que sólo el 8,7% de los procesos monitorios terminan en pago. De ahí que las ejecuciones derivadas de procesos monitorios aumenten, lo que dilata aún más los tiempos.
El arbitraje sin embargo, es una alternativa rápida y eficaz. Los procedimientos arbitrales son ágiles: se obtiene un laudo o sentencia firme en un plazo inferior al de los saturados juzgados, lo que permite ahorrar 6 meses de media en comparación con acudir a la vía judicial. Una rapidez que, vistas las actuales circunstancias, es vital para los vecinos de los edificios con deudores. Además, al no necesitar que se celebre una vista oral, el arbitraje evita los incómodos careos entre vecinos.
El impago de cuotas pone al borde la quiebra los edificios de vecinos
¿Quieres seguir leyendo?
Suscríbete a la Revista Inmueble desde