La escasez de financiación sigue haciendo mella en el sector inmobiliario, sin embargo, aún quedan cosas por hacer. El autor nos propone algunas medidas cuya adopción puede ayudar a ver la luz del túnel: la apuesta por la inversión y la actividad emprendedora puede ser un buen comienzo.
Ya son cuatro los años en los que las dificultades económicas están haciendo mella en el tejido empresarial español, de tal manera que todos los sectores, y no solamente el inmobiliario, están siendo afectados por la creciente escasez de financiación, lo que supone un enorme freno para las nuevas inversiones.
Desde 2006 el conjunto de la edificación ha caído un 84,79 %. El descenso en la construcción residencial ha sido tremendo. Por cada 100 m2 de vivienda que se iniciaban en aquel año, hemos pasado a 13 m2 en el año 2010.
Una buena política para el futuro inmediato es la de potenciar las actividades económicas innovadoras, sostenibles, con más valor añadido y mayor capacidad para crear nuevos puestos de trabajo duraderos, que a su vez proporcionen más confianza, aumenten el consumo y la inversión.
Durante estos años, se está produciendo el fenómeno creciente de adquisición de activos inmobiliarios por parte de los bancos, ya sea por dación en pago o por ejecución hipotecaria. Fenómeno que no ha hecho más que empezar y del que aún no podemos imaginar su verdadera magnitud. A tal punto está llegando, que las entidades financieras puede que no sean capaces de administrar o desarrollar esa enorme cantidad de activos, tanto de vivienda como de actividades económicas.
Dado que lo que necesitamos es fomentar la inversión y crear puestos de trabajo nuevos y duraderos sería bueno enfocar toda la ayuda posible a actividades económicas emprendedoras.
Antes de ejecutar a pymes y junto con la ayuda de la Administración, sería bueno dar una moratoria de varios años para que esas empresas puedan tener oportunidad de volver a levantar el vuelo. ¿Qué va a hacer el banco o caja con esa nave usada en su poder, que normalmente es un traje a la medida difícilmente trasladable a otro negocio? Si ya es difícil deshacerse de una vivienda usada, es fácil imaginar el destino de esa nave: engrosar el stock de activos de difícil digestión para las entidades financieras. Para casos irreversibles, una buena medida sería la de incentivar fiscalmente la adquisición de activos que vayan destinados a inversiones productivas y de paso aligerar el stock de activos tóxicos en poder de bancos y cajas.
Para favorecer la inversión foránea es fundamental que se hagan cumplir, en toda su extensión, los contratos de arrendamiento de oficina, retail y logísticos
Se debería favorecer el crédito destinado a actividades productivas; sería bueno, asimismo, dar libertad de amortización fiscal a la compra de activos como oficinas o naves industriales que se destinen a la producción. Y lo que es muy importante para la inversión, sobre todo la foránea, es que se hagan cumplir los contratos de arrendamiento en toda su extensión. Si queremos que la inversión en oficinas, retail y logístico se aproxime a los parámetros europeos tendremos que hacerlo en todos los sentidos, también en el cumplimiento de los compromisos adquiridos.
Creemos que el final del túnel aún está lejos, pero con esfuerzo, perseverancia y medidas imaginativas de los poderes públicos favorecedoras de la inversión y el emprendimiento saldremos adelante.
Ángel Moreno Olivares Presidente de Napisa
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