La temperatura óptima para estudiar oscila entre los 18º y los 22º
Un correcto aislamiento acústico aleja los ruidos, maximiza la concentración y mejora el rendimiento escolar
Los mayores ya han superado el síndrome postvacacional y los niños llevan varias semanas en el cole. Y para que el regreso a la normalidad no provoque demasiados trastornos, los hogares deben uniformarse y acondicionarse desde diferentes ámbitos. Por ejemplo, la temperatura óptima para estudiar y lograr el mayor rendimiento escolar oscila entre los 18º y los 22º. Al menos, según aseguran desde Cuida Tu Casa -la iniciativa de la industria y el comercio especializado en la reforma para mejorar el confort y el bienestar en el hogar, puesta en marcha por la Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción (ANDIMAC)-.
Mantener la estancia en la que se estudie a la temperatura adecuada, además, abarata la factura eléctrica, ya que no sería necesario usar aires acondicionados ni calefacciones. De igual modo, un correcto aislamiento acústico aleja los ruidos y bullicios del estudiante, lo que contribuye a maximizar el nivel de concentración y, por ende, a mejorar los resultados de las calificaciones.
Por otra parte, disponer de una iluminación natural ayuda a vivir más plácidamente, porque proporciona la densidad necesaria de luz y no cansa tanto la vista como lo hace la artificial. Lo recomendable es iluminar la zona de estudio desde la izquierda a los diestros y desde la derecha a los zurdos para, así, no crear sombras con las manos. En cualquier caso, siempre hay que tener en mente que la iluminación artificial es obligatoria, como consecuencia del ritmo de vida actual y de los horarios endiablados que soporta buena parte de los españoles.
Las habitaciones que se encuentren orientadas hacia el Este recibirán mucha más luz durante las horas de la mañana y las que lo estén hacia el Oeste estarán más iluminadas por las tardes. De manera que si se necesitara trabajar con un ordenador de mesa, conviene ubicarse en un espacio orientado hacia el Norte que permita obtener una cierta luminosidad útil que no llegue a deslumbrar.
Bajo el supuesto de que no fuera posible estudiar con luz natural, entre los mejores tipos de iluminación artificial, sobre todo a nivel económico, destacan las luces focales o regulables. Sea como fuere, habría que asegurarse de que las bombillas sean de clase A, y usar lámparas fluorescentes compactas, que duran más y consumen menos.
Y es que cualquier ahorro en septiembre resulta oportuno para allanar una cuesta con demasiada pendiente, ya que sólo la compra de los libros de texto obliga a los padres a realizar un gasto medio de 230 euros, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Es más, las familias gastarán durante este curso unos 1.212 euros por niño escolarizado, por lo que la vuelta al cole de los pequeños puede concebirse como un auténtico reto para los mayores. De hecho, atendiendo a una encuesta realizada por Privalia, nueve de cada diez creen que es muy cara.
Condiciones ambientales y psicofísicas
Al margen de los factores ambientales, para que la labor de estudio no se torne tediosa, ni exhaustiva, y poder obtener mejores notas, las condiciones psicofísicas resultan fundamentales. Y, en este punto, conviene fijar un sitio para estudiar, que puede ir desde un rincón del dormitorio hasta el salón de casa; establecer un horario comprendido entre los 30 minutos y la hora diaria; y hacer uso del mobiliario adecuado, como una mesa acondicionada o una buena silla con respaldo y acolchada.
Los españoles aprueban el estado de mantenimiento de sus casas, con un 6,3, según los datos recogidos del estudio ‘Quiero Vivir Mejor’, puesto en marcha por Cuida Tu casa. La nota, aunque aceptable, queda lejos del sobresaliente al que tendrían que aspirar los escolares y demuestra el alto grado de tolerancia que suelen tener las familias para vivir con frío en invierno y calor en verano, con ruidos molestos o humedades que deterioran la calidad de vida y pueden llegar a tener efectos perniciosos para el rendimiento académico.
Pese a que el gasto en reformas aumentó un 5,2% el pasado año, hasta alcanzar una media de 829 euros de media por hogar, atendiendo al Observatorio 360º de la Vivienda y la Reforma en el Hogar de la Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción (ANDIMAC), “los resultados del estudio reflejan que la percepción que tienen los ciudadanos de sus hogares es bastante mejorable”. Sandra Barañano, directora técnica de Cuida Tu Casa, afirma que “los pequeños detalles marcan las grandes diferencias. La optimización de las condiciones ambientales y las psicofísicas son cruciales en los resultados académicos que cosechen los alumnos”.